bully - karlnap.

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Nick caminaba desconfiado por los pasillos de la escuela, volteando con miedo hacia todos lados, precavido de no toparse con Karl.

Karl era rubio, alto y delgado, y le hacía la vida imposible.

Nick se sintió aliviado al entrar en su salón, las primeras cuatro horas del martes no le tocaba clase juntos, por eso amaba los martes.

La clase de matemáticas comenzó, odiaba matemáticas, odiaba todas las materias en general, pero su padre era extremadamente exigente y no existía posibilidad de sacar malas calificaciones, así que no le quedaba de otra que dar su mayor esfuerzo dentro de lo posible.

Tocó el timbre para el cambio de hora, Nick salió del salón, volvió a invadirlo el miedo de toparse con Karl en el pasillo, aceleró el paso, subió las escaleras tan rápido que se quedó sin aire al final.

—Aww, el gordito no puede ni subir una escalera.

Mierda. Ahí estaba, justo al final de la escalera en el tercer piso, con su sonrisa diabólica y sus hermosos ojos azules que no reflejaban más que maldad.

Nick sabía que si levantaba la vista iba a ser peor, así que intentó pasar de largo e ignorarlo cabizbajo, pero se dio cuenta de que fue una mala idea cuando sintió un empujón desde atrás.

—¡Mírame a los ojos cuando te hablo Nicholas!

Detrás del grito se escucharon las risas de otros chicos que a veces andaban junto al rubio.

—Qué quieres. —dijo Nick con la voz baja, levantando la mirada intimidado.

—Quiero tu tarea de matemáticas, y tu almuerzo. —Karl lo agarró por el cuello de la sudadera.

—No traje almuerzo, y no he terminado la tarea.

—¡No te creo nada!

Sin mucho esfuerzo comenzó a arrancarle la mochila de los hombros, Nick ni siquiera intentó resistirse, sabía que si lo hacía le iba a ir peor.

Karl comenzó a sacar todas sus cosas y desparramarlas por el suelo.

—Pues, veo que no me estabas mintiendo eh, ¿Acaso estás a dieta gordito? ¿Quieres impresionar a una chica?

Nick ignoró la pregunta y comenzó a recoger sus cuadernos y libros del suelo.

—¿Quieres impresionar a un chico verdad? Por eso estás dejando de traer almuerzo, porque con toda esa grasa dudo que lo consigas.

—No soy gay. —juntó valentía para responder.

—Gay o hétero, qué más da, nunca nadie te va a querer con esa cara asquerosa llena de granos y ese cuerpo. —Karl se sacó de la boca el chicle que estaba masticando, y se lo pegó en el pelo mientras recogía sus papeles del suelo —Eso es por no tener mi tarea hecha.

Cuándo por fin se fue, Nick corrió al baño para intentar quitarse esa cosa de la cabeza, no lo logró, pero por lo menos tenía un gorro para disimularlo. Mientras se miraba en el espejo le entraron muchas ganas de llorar, no quería perder clases, pero estaba mentalmente agotado, y ya no podía más.

Se encerró en uno de los baños, su padre en casa lo trataba mal, en la escuela lo trataban aún peor, y en el fondo todos tenían razón, era un fracasado gordo y feo con la cara llena de granos y nunca jamás nadie lo querría.

Comenzó a llorar en silencio, una habilidad que adquirió desde pequeño, aunque siempre le ardía la garganta por tragarse sus sollozos en vez de soltarlos.

A veces, cuando se sentía así de mal, o peor,  pensaba en suicidarse en los baños del colegio, o cortarse, pero era un cobarde, y lo único que hacía era comer un montón de chocolates y chatarra que guardaba en el bolsillo de su polerón para que Karl no se los quitara.

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⏰ Last updated: Apr 15, 2023 ⏰

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