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James potter un hombre en sus cuarta década, disfrutaba ahora de su divorcio, iba donde deseaba, con quien quisiera y disfrutaba aquella liberta sin control, su hijo ya no necesitaba que lo cuidara como una vez lo hizo, ahora era la contrario, al parecer Harry era el preocupado por sus quehaceres.

No podía quejarse, estaba feliz, disfrutando de todo lo que venía y se iba.

— Pero si es James Potter — Un hombre alto y grande en musculatura se acercó con una sonrisa en sus labios, James le miró varias veces

— Rabastan?

— Claro, quien más podría ser — Apunto la silla, luego tomo asiento — Veo que disfrutas la soltería en grande no.

— Si, estoy ya sabes, buscando y disfrutando

— Tal vez podría acompañarte

— No es que me incomode — Rabastan le dio una llave

— Allí estoy alojado

Se fue, disfrutando de ver como James tomaba la llave, iba a tener al potter para él eso era seguro.

——

Severus regresaba hasta el alma en el baño, habían pasado varias semanas desde su fin de semana, y disfrutaba su romance como si fueran adolecentes hormonales, cada día, durante horas, disfrutaban del sexo sin cuidado.

Amaba a ese hombre, con todo su ser y ahora era seguro, llevaba el fruto de su amor allí, con él. Protegido en su vientre.

— Mijo, estoy tan feliz — Carmen solloza sin contemplación, iba hacer abuela

— Si, estoy muy emocionado — lavo su boca y comenzo a prepararse para el día.

Prodigio como siempre, esta vez tenía túnicas gruesas, como este era un caso especial y muchas locuras pasaban por sj alrededor puso hechizos en su vientre y el anillo de la casa prince que lo protegía de varios hechizos aunque no todos.

— Que os vaya bien, cuídate mi niño, — Severus se río un poco, así que la abrazo para calmar sus nervios

— Nada pasará esta vez, tengo a Harry para protegernos — Se alejó dio la dirección de su trabajo y llego seguro, eran poco menos de las ocho de la mañana, como aún no llegaba nadie, se dedicó a llenar las estanterías con productos para el cuidado de la piel y perfumes que sacaron su dúo de María's como le gustaba llamarlas, eran expertas en perfumes aunque ahora mismo le estaba molestando. Trato de que eso no lo detuviera, para la pequeña pero amplia sección de hombres, organizo muchos productos, capilares, rostro, manos y una sección que Thomas saco junto a él, para la intimida, pequeños afrodisiacos para el ambiente íntimo, muy requerido según las cuentas, los jóvenes y adultos de la sociedad compraban con discreción, y el empaque también era discreto, como si compraran cualquier otro producto en su tienda, igualmente había aceites para masajes, debía probar uno el mismo con Harry, seguro en pareja era más placentero.

Severus Skin era su amado negocio.

Pronto comenzaron a llegar los jovencitos, le ayudaron con las cortinas y la limpieza que obviamente no necesitaba, limpiaron y organizaron sus uniformes.

— Bien, como estamos pronto de vacaciones navideñas ya saben lo que viene no?

Esta vez, Marcus, Leandro y Pensy vieja amiga de Draco que trabajaba allí durante varios días, se emocionaron.

— Aumento!! Regalos!! — Rieron emocionados.

— Si, si que lo es — Sonrie para ellos— pero también muchas ventas, tendremos pedidos y puede que necesitamos a los 6 trabajando a diario,  así que hagan algo provechoso con el dinero y regalos, y se les asignará buenas vacaciones.

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