Bottom of the deep blue sea | Zhongli X Tartaglia/Childe [Pausada]

8. Afraid

When I wake up, I'm afraid
Somebody else might take my place
When I wake up, I'm afraid
Somebody else might end up being me

Afraid - The neighborhood

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- ¡Childe!

Un grito lo había vuelto a la realidad. Zhongli lo había sacado del trance. Sus opacos orbes azulados se encontraban con un celestial brillo. Jade y cor lapis se enfrentaban. Los segundos parecieron por unos instantes milenios. ¿Por qué la consternada mirada del arconte le rogaba que parara? Un dios suplicando a un mortal, que contradicción.

No estaba seguro que si se trataba de su nerviosismo por el cual sentía su mano mojada o era la cuchilla helada que estaba sofocándose por el calor de su mano. Sea cual sea la razón, el tiempo corría. Afirmó su agarre y bajó la mirada, por algún motivo no podía ver a Zhongli directamente a la cara.

- Vamos Tartaglia, ¿dudarás ahora? No sirve de nada seguir intentando -habló Signora, estaba a la defensiva, mirándolo de reojo mientras se enfocaba en el castaño-. ¿Qué esperas? No tenemos todo el día.

El consultor estaba analizando sus opciones, no podía ejecutar ningún paso en falso, no podía precipitar ninguna acción. Childe con el filo en el cuello y con la dama enmascarada a su lado en la pequeña habitación poco podía hacer. Si se acercaba, de un solo movimiento, todo podía acabar. Tenía que hacer que su amigo reaccionara.

- Childe, baja el arma. Sé racional, no te dejes manipular -se expresó con su mejor tono de tranquilidad. Debía mantener la situación bajo control.

>> Él te engañó.

Childe siguió con la mirada baja, apretó la sábana con su mano libre. Su único compañero tenía razón, Zhongli lo había engañado antes, ¿cómo se podía fiar de él ahora?

- Tartaglia sabe que ya no es de utilidad, Morax. Sus días expiraron, así de simple.

- ¿De qué demonios hablas? Childe es joven, tiene toda una vida por delante -reclamó el castaño-. Childe, por Celestia, entra en razón. Eres mucho más que sus palabras.

- Tartaglia, él ya te engañó una vez, ¿cómo te puedes fiar de él?

El pelirrojo sintió su mano temblar, sintió su pulso incrementar y su respiración se agitó. Estaba por entrar en una crisis nerviosa. Tenía que acabar con esto cuanto antes. Juntó sus manos alrededor de la cuchilla, cerró sus párpados y ejerció presión contra su cuello.

- Childe eres importante para mí. ¡Por favor, no lo hagas! -exclamó el arconte al borde de caer en la desesperanza. No encontraba palabras, la situación lo estaba superando-. Piensa en tu familia, en tus hermanos, ¿qué harán ellos sin ti?

Signora intervino:

- Servirán la voluntad de nuestra majestad imperial, incluso se convertirán en mejores soldados de lo que él jamás fue.

¿Soldados? ¿Había oído bien?

- ¿Qué? -abrió los ojos al tiempo que miraba a su colega.

- ¿Esperabas que tus deudas quedarían saldadas con tu partida? Nos debes mucho Tartaglia -explicó la dama-. Pero no es algo de lo que te deberías preocupar, los muertos no tienen preocupaciones después de todo. Vamos, acaba con esta farsa, la basura no se saca sola.

- Mis hermanos... ellos no... -susurró el onceavo. Ellos no merecían su mismo destino, iba a defender su inocencia, eso les había prometido, eso se había prometido a sí mismo.

- Tartaglia, abre los ojos. ¿Creíste que no nos íbamos a fijar en ellos? Il Dottore ya les había puesto el ojo hace tiempo. Hay algo en tu genética que nos podrá resultar de gran utilidad. Ellos verán la verdad de este mundo, serán la llave. Contigo ya no hay caso, eres causa pérdida.

>> Mátala.

Childe comenzó a temblar, estaba siendo desbordado por sus emociones. Sus hermanos no merecían eso. Imágenes ficticias de todo lo que podía ocurrirle a ellos estando a merced de los Fatui, de Dottore, lo atormentaban. Con solo pensarlo, le daban naúseas. Él era consiente de todos los atentados contra la humanidad que el doctor había cometido y todas las atrocidades de las que es capaz.

- Tu pequeña hermana, ¿será un óptimo sujeto de pruebas? ¿O sucumbirá a los primeros días?

>> Mátala.

El pelirrojo sintió una candente furia aflorar en su pecho. Sus hermanos eran todo para él, eran los únicos que lo veían como persona, veían fuera de sus máscaras. Su inocencia valía cualquier precio.

- Teucer, es muy parecido a ti. ¿Aguantará los experimentos? ¿Llorará por ti? No tienes que preocuparte por ello, después de todo estarás muerto.

>> ¡Mátala!

Childe tuvo suficiente. Con la misma cuchilla que le habían dado, se abalanzó contra su colega. Poco importaba su mal estado, la determinación impulsaba cada célula de su cuerpo. La adrenalina fluía por sus venas. Con sus manos llenas de su propia sangre, enterró la gélida cuchilla en la espalda descubierta de la dama, y forzó su paso hacia abajo, abriendo la piel desde la base de cuello hasta su espalda baja. Signora gritó en agonía. Quiso correrlo de allí, mas el pelirrojo se había afirmado a ella, sus piernas se encontraban rodeando su silueta.

Era el momento de Zhongli de actuar.

Aprovechando la distracción, el arconte colocó un escudo de jade a su amigo; y acto seguido invocó su lanza: la gloriosa Perforanubes. Con ella, embistió contra Signora. Mas, ella se volteó en el último segundo; haciendo que impacte sobre el escudo de Childe. Con el pelirrojo en su espalda era complicado acertar algún golpe. Sintió movimiento fuera, ya se habían dado cuenta.

El onceavo logró derribar a Signora, habían caído al suelo, ella arriba de él. Extrajo como pudo la cuchilla de la espalda y comenzó a apuñalarla en el pecho. La dama gritaba a más no poder, el ataque la había agarrado desprevenida. Con sus piernas, la mantenía quieta, evitando que escapara.

La escena que estaba presenciando Zhongli era definitivamente sangrienta, Childe a pesar de estar debilitado estaba cegado por la furia. A pesar de sus gritos, el ruido del exterior aumentaba. Debían de huir, ahora mismo.

- ¡Childe, déjala! ¡Tenemos que huir! 

El heraldo no la dejaría ir tan fácil. Pero lo que no esperaba era la reacción de su víctima: de pronto sintió como el calor lo abrumaba y los grados de la habitación no hacían más que subir. A su vez, sintió como el cuerpo bajo suyo se estaba librando de su agarre.

Signora se estaba transformando.

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No se que tengo con esta historia y los cliffhangers.

Después de meses, por fin actualizo esta wea. No sé cuando volveré a actualizar esta historia porque quiero ponerme con la abandonadisima Wildcard. Así que no esperen mucho.

Pido perdón por todos aquellos que quieren saber que va a suceder. Haré lo posible para retomar esta historia cuanto antes.

Gracias por leer, votos y comentarios son apreciados <3