1. Welcome to my cage

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"My body is a cage. We take what we're given
Just because you've forgotten. That don't mean you're forgiven"

My body is a cage - Arcade fire

Fuegos artificiales se escuchaban a la distancia. El ambiente era animado, gente bebiendo, riendo y bailando. Incluso encima de esta lujosa embarcación, donde la etiqueta lo era todo, las personas no podían contener su alegría. Tal felicidad no era de menos: el Qixing junto al Adepti habían logrado frenar el ataque del dios durmiente, Osial, Lord del vórtice.

Zhongli se encontraba en Pearl Harbour, había sido invitado y no podía negarse. Había ido como representante de la Funeraria "El camino", tal establecimiento había sido invitado por su excelente desempeño en el ritual de despedida al gobierno de Rex Lapis, comenzando el reinado de los humanos sobre Liyue. La directora de la funeraria, la señorita Hu Tao no podía asistir a la fiesta privada en el barco debido a un asunto privado. Zhongli era consciente que su jefa había decido no presentarse por propia voluntad, ella sabía que no encajaría allí, ese mundo de elegantes etiquetas y código eran naturales para el consultor.

A pesar de la radiante y animada celebración, Zhongli se encontraba bastante tranquilo sentado en unas de las mesas bebiendo un poco de vino que le habían ofrecido. Estaba aliviado de que su gente este alegre, que hayan podido manejar la crisis que el mismo había causado junto a los infames Fatui. No se arrepentía, había logrado lo que tanto anhelaba: un descanso de sus tareas como arconte. Y no solo eso había demostrado la fortaleza de su pueblo ante las adversidad más complejas. Satisfecho se encontraba.

Entre el bullicio, Zhongli se perdió en la imagen de la ciudad que había erguido con sus propias manos, con pérdidas y algunas ganancias, junto a compañeros que no todos se encontraban en este mundo. Toda su gente había encontrado refigio en esta ciudad al atentado a la misma por parte Osial. Su esfuerzo y voluntad de roca había sido lo que la mantenido unida llevándolos a la victoria.

En las montañas frente del puerto, el consultor pudo notar una inusual luz morada proviniendo de la cima de la misma. Miro a los demás pasajeros, nadie más parecía haberlo notado. Al lado de un frondoso árbol había alguien quién emanaba esa energía de matices violetas. Enfocando su vista adéptica pudo reconocer el dueño de tal destello: era Childe. ¿Por qué se encontraba allí? ¿Qué estaba haciendo?

Notó su mal estado, abatido, de seguro por la batalla contra el viajero. Sus heridas aún por sanar. Recordaba su frustración al descubrir como había sido una pieza fundamental para su retiro. Según la limitada capacidad de reconocer y entender las emociones, Childe se encontraba furioso con él. No entendía del todo la razón pero sabía que debía disculparse, sin tan solo el heraldo no hubiera básicamente hechado a correr mas saber la verdad. Desde entonces no había sido capaz de contactar con él, además de no haber encontrado tiempo tampoco entre sus mundanas responsabilidades en estos intensos dos días.

Entendía perfectamente porque no se encontraba particularmente festejando: era el responsable del atentado y no solo eso, la gente tenía sospechas fundamentadas en su contra, no sería bien recibido en ningún lado. Además el Millith daría todo por poder ponerle las manos encima y hacerle unas cuantas preguntas.

Pero esa no era la cuestión.

Siguió observando al pelirrojo, su mirada cansada y postura decaída, nada parecido a como se mostraba habitualmente. Al parecer estaba usando energía Electro. Zhongli no era muy afín con el funcionamiento del engaño, solo conocía que su uso desgastaba notoriamente el usuario y debía emplearse en situaciones específicas. Eso no respondía al hecho de que Childe se encuentre allí usándolo. No parecía estar entrenando tampoco, solo dejaba emanar la energía de sus manos.

La gente en el barco estaba tan ocupada celebrando que no habían notado el destello morado y por ende al heraldo. O capaz que el alcohol estaba haciendo estragos en sus organismos. Sea cual sea la razón, el único que era consciente de la presencia del pelirrojo era él mismo.

De pronto pudo notar como esa energía morada tomaba forma y se transformaba en una daga, las típicas que Childe usaba en combate. Entonces si estaba por entrenar... "peculiar sitio para entrenar" pensó Zhongli. Vio como el guerrero chequeaba la calidad de su arma: el peso, la forma, el filo. Comenzó a lanzar golpes al aire, cortos pero veloces. Cuando parecía satisfecho paró, miró nuevamente el arma y...

¿¡Qué demonios hacía?!

Childe se había enterrado su daga en el pecho. No sastifecho con el arma dentro suyo, con ambas manos la tomó y la empujo con fuerza hacia dentro. La sangre comenzaba a brotar y la energía Electro se movía por todos lados. Childe comenzó a toser violentamente, cada vez que lo hacía más y más sangre salía de su boca. Cuando sus piernas comenzaron a fallar, se acercó al borde y miró al mar. Zhongli podía sentir que lo miraba directamente a él, pero eso no era posible. Y sin más saltó del precipicio.

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Corto pero intenso, tengo muchas expectativas de esta historia. Espero no decepcionarlos a ustedes ni a mi. Las actualizaciones serán lentas, tal vez.

Qué les ha parecido?

Sin más, gracias por leer :3.

Bottom of the deep blue sea | Zhongli X Tartaglia/Childe [Pausada]Where stories live. Discover now