3. Bottom of the deep blue sea

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"The berth surrounding my body, crushing every bit of bone

The salt, it seeps in through the pores of my open skin

wait on you inside the bottom of the deep blue sea"

Bottom of the deep blue sea - Misso

¿No es encantador? En soledad decir adiós a un mundo. A despedir, a dejar, a morir. Tal vez su propia vida lo estaba consumiendo. Debía arreglarlo. ¿Será muy joven, muy inexperto, muy inocente, muy débil para entender, para seguir?

El tiempo parecía una ilusión. Como si fuera una mera creación humana y no la realidad misma. ¿Cómo podía sentir su caída tan lenta, como si el tiempo hubiera sido congelado? Podía sentir la brisa en su piel herida, ¿estaban los suaves vientos frenando su caída? ¿Estaban prohibiendo su partida?

Mientras se dejaba caer a su fin pudo ver nuevamente los fuegos artificiales, cada vez más lejanos. Las luces coloridas explotaban en el limpio firmamento, cada vez más lejos del cielo. Realmente se estaba adentrando en las profundidades. Era como volver a caer en el abismo.

Las fauces marinas le recibieron con brazos abiertos. El impacto con el agua salada fue como entrar a otra dimensión; las aguas lo envolvieron como una madre cubre a su hijo del frío. La fría sensación le transmitió escalofríos, la fresca noche había hecho disminuir unos cuantos grados tanto el aire como el mar. O tal vez era su culpa también, al librar un dios ancestral había traído las profundidades a tierra, a luz, y con ellas las aguas carentes de calor a la mar de problemas.

Era un navío naufragando.

La salinidad del agua se filtraban por los poros de su abierta piel, por sus heridas se paseaba. Estaba haciéndose de él una parte más del fondo marítimo. Lo estaba reclamando como parte de su decoración.

El agua lavaba sus heridas, o eso intentaba. La sangre se mezclaba con el entorno: delgadas líneas carmesí marcaban curso a la ya tan lejana superficie. En cierta medida le gustaba ese efecto, esa vista de la sangre mezclarse con el agua, era como las pinceladas de un lienzo aún por terminar. Un digno espectáculo final.

La energía Electro aún se encontraba presente. Cada vez más débiles, centellos chispeaban en el agua, electrocargado se esparcía por su maltratado ser. Las luces moradas eran opacadas por la oscuridad creciente del mar a medianoche y las lejanas luces explosivas. Las negras aguas lo consumían.

No había peces, le habría gustado verlos. Al parecer ellos también le temían. En otras épocas, le hubiera encantado salir de pesca por Liyue y conocer la amplia variedad de especímenes que en el gélido hielo de Snezhnaya no se podían ver. Mas descansaría con ellos.

Tal vez podría usar su visión y crear peces que lo acompañen en su solitaria caída. Con sus débiles fuerzas creó un pequeño pez con aquel regalo divino de Celestia; sus hermanos adoraban que usara el Hydro para crear animales, si tan solo supieran que también podía crear armas que daban fin a tantas vidas. Su visión le había permitido sobrevivir hasta ahora, y ahora lo acompañaba en sus últimos momentos. Tal vez debía dejarla ir, que el pez de agua se la lleve, no se la merecía.

Si había sido reconocido por los dioses, ¿por qué había acabado así? Cierto. Se había olvidado, los dioses juegan con las vidas humanos como si no significaran nada. Usan a sus peones a voluntad, y aún así generan devoción. La gente los admira, les reza; que contradicción.

¿Eran esas medusas o solo alucinaciones por la pérdida de su sangre? Al parecer al final si iba a tener compañía aunque fueran meras ilusiones. Eran azules brillantes y se movían en grupo. No serían seres de gran inteligencia pero la unidad grupal parecía poder entenderse y saber que juntas tendría un rango mayor de supervivencia. A diferencia de otras especies, ellas no confiaban de cierto modo unas de otras, cada una iba a su ritmo y si coincidían era por casualidad. En caso de peligro debían de defenderse por su cuenta. De cierta forma le recordaban a él mismo, parecía rodeado de gente pero a fin de cuentas estaba solo, defendiéndose con las herramientas a mano: su experiencia, su visión, su engaño y su aliado más fiel (a pesar de ser una parte de él) su legado de mal. Las medusas daban choques a aquellos que se acercaban demasiado, al igual que él, nadie quería acercarse sin interés de por medio a un causa problemas.

Aire.

Le estaba comenzando a faltar el aire. Sus pulmones estaban inundados. Su vista nublada. En un intento de respirar solo sangre salía de su boca, eran burbujas de sangre los que anhelaban la superficie. Suplicar por la salvación era ridículo a este punto.

Este es el final.

O eso creía.

Con su poca vista alcanzó a ver una silueta acercarse. ¿Quién lo estaba buscando? No se le ocurría nadie. Tal vez era un ángel que buscaba redimirlo. Pero ya era tarde. No había vuelta atrás. Si no lo mataban sus heridas, la falta de oxígeno lo haría.

Esperaría en el fondo del profundo mar azul.

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¿Y si dejo la historia aquí? Chiste jajaja... a no ser...

Qué les pareció el capítulo?

Hemos llegado a la canción que inspiró al fic.

Como se habrán dado cuenta, cada capítulo cuenta con una canción subtitulada como archivo multimedia, un extracto de la misma y el título hace referencia a la canción. Esta forma de ordenar los capítulos fue inspirada de mi autor favorito de Zhongchi. Les agrada?

Gracias por leer <3

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Bottom of the deep blue sea | Zhongli X Tartaglia/Childe [Pausada]Where stories live. Discover now