Capítulo 5

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Estando parado frente a las puertas del burdel, tomo un suspiro armándome de valentía para entrar a este lugar lleno de tentaciones, mujeres hermosas y de deudas.

Tras tomar una buena bocanada de aire, abro las puertas del lugar y me adentro. Inmediatamente un olor a perfume me invade las fosas nasales y por un momento olvido a lo que en realidad venía.

¡Vamos Konor concéntrate!

—Hola, ¿busca compañía? —Una joven morena muy atractiva sale de detrás de unas cortinas color morado al escuchar ls campanilla de la puerta sonar.

—No en realidad. Busco a Mich y a Ash. —Coloco mis manos enlazadas tras mi espalda. La chica me mira y asiente.

—Sí, ellos se encuentran hoy. ¿Quién le digo que le busca? —Me sonríe, yo me esfuerzo en concentrarme.

—Konor... Konor Levoitt.

—Les dejaré saber que está aquí. Vuelvo enseguida. —Me sonríe, para luego dar media vuelta y adentrarse tras aquella cortina por la cual había salido hace un momento.

Me quedo esperando en aquel recibidor, caminando de lado a lado mirando todo a mi alrededor. Habían unos sillones un tanto costosos de color rojo, unas mesas bajas de madera con unos algunos periódicos sobre ellas hacían de este pequeño espacio fuera más acogedor.

Luego de algunos minutos, la mujer regresa yo la miro expectante ante su respuesta.

—Estarán aquí enseguida. Dele unos momentos. —Dice y yo asiento.

Ambos nos quedamos callados por unos instantes.

—Entonces, ¿trabajas aquí? —Pregunto como quien no quiere la cosa. Disimulando mi claro interés en ella... bueno, en su físico.

—Si —Baja la mirada, tímida.

—Yo... yo no te había visto aquí antes. —La chica sube la mirada y me observa.

—Es que, soy nueva. —Juega con los dedos de sus manos. Yo río por dentro ante su inocencia.

—Es bueno saber que alguien como tú está aquí. —La miro, ella se sonroja y suelta una risita nerviosa.

En ese momento veo como de detrás de aquellas cortinas color morado sale un hombre y una mujer. Me les quedo viendo a ambos. El hombre era muy alto fuerte, musculoso y calvo. La mujer era muy atractiva, baja en estatura, cabello rojizo, lacio, y la piel tan blanca como la leche.

—Miriam, ve con las otras. Nosotros nos encargamos. —Dice la joven y veo como Miriam asiente.

Ésta camina en dirección a aquel pasillo que se encontraba tras las cortinas, pero, antes de irse noto como voltea a verme. Yo le suelto una sonrisa para luego observar como da media vuelta, sonriente, y se adentra al pasillo frente a ella.

—¿En qué puedo ayudarte? — Pregunta el hombre repentinamente mirándome de arriba a abajo.

—Me llamo Konor. Estoy buscando a Mich y a Ash. — El hombre alza una ceja y me mira serio.

—Aquí nos tienes en carne y hueso. —Extiende los brazos. Yo frunzo el ceño confundido.

Acaso, ¿uno de ellos era una mujer?

Siempre tuve la impresión de que ambos nombres pertenecían a dos hombres.

—¿Qué es lo que quieres con nosotros? Estamos ocupados. —La mujer habla y noto como me mira... de aquella forma tan seria y fría. Yo honestamente me sentí un tanto intimidado.

Medusa ©Where stories live. Discover now