Capítulo 41. Almas malditas

Start from the beginning
                                    

Eve se regocija mientras le da al botón de comprar. Luego apoya la cabeza sobre la barriga de Daisy y pretende secarse una gota de sudor de la frente, como si hacer tantas veces scroll la hubiera dejado agotada.

-Bueno, por lo menos no tendré que fatigar horas y horas intentando que mi disfraz quede decente- suspira, y luego gira la cabeza hacia Jeff.

-¿Te has petrificado o qué?

Efectivamente, Jeff no se ha movido ni de un milímetro mientras discutíamos sobre disfraces. Lo único que ha cambiado son sus cejas, que ahora están mucho más unidas y presentan pronunciadas arrugas entre ellas.

-¿Qué pasa?- pregunta Daisy, incorporándose-. ¿Has visto algo raro?

Jeff abre mucho los ojos. Luego, como si una descarga eléctrica se hubiera extendido por su brazo, da un respingo y deja caer mi mano. Muevo mis dedos para que la sangre vuelva a circular por ellos, y observo a mi amigo arqueando una ceja.

¿Qué le pasa?

Parece haber visto un fantasma.

Seguro que ahora me va a decir que moriré en una semana, como el viejo gato de Daisy.

-Es... Muy raro...- susurra Jeff, masajeándose el brazo como si de verdad se hubiera electrocutado-.Tienes un aura muy oscura, Vi; esto significa que algo malo te va a pasar.

Levanto mucho las cejas, escéptica.

-Guau. Siempre supe que mi alma era negra y malévola, pero nunca me lo dijeron tan descaradamente.- Nadie se ríe de mi broma. Mi sonrisa vacila por un segundo, pero luego se estabiliza-. ¿Entonces soy una Slytherin, Jeff? Cuidado con lo que contestes; el Sombrero Seleccionador no querrá que le quites el trabajo de un día para otro.

Empiezo a reír, pero dejo de hacerlo en cuanto veo las caras serias de mis tres amigos. Los ojos de Daisy se encuentran con los míos, y noto que han perdido todo su brillo.

-¿De verdad creen en eso de predecir el futuro?- pregunto, atónita. Mi mandíbula se cae por el estupor cuando no recibo respuesta-. ¿Tú también, Eve?

Eve gira la cabeza hacia la ventana con tal de no mirarme. Veo como muchas manchas rojas se esparcen por su piel de porcelana mientras intenta contener el aliento. El silencio entre nosotros crece tanto que casi me lastima los oídos, y de repente me dan ganas de gritar.

-¿Qué está pasando?- suelto alterada, y me pongo de pie-. No me voy a morir solo porque Jeff vio algo raro en mi mano.

Nadie tiene la valentía de mirarme a los ojos. Hasta Daisy ha enterrado la mirada en el peluche en forma de sirena que tiene entre los brazos.

¿Acaso es una broma?

Miro hacia todos lados para asegurarme de que no haya cámaras ocultas filmando esta absurda escena.

-Vi, si Jeff dice que tienes un aura oscura y que algo malo te va a pasar, es porque es cierto- susurra Eve con voz muy grave-. Tal vez no te lo creas, pero Jeff nunca falla en sus predicciones, y no lo digo solo por lo del gato...

-¿Y entonces por qué?

Me duele la garganta de tanto reprimir los gritos que quiero soltar. Ahora resulta que mis amigos son uno fieles creyentes de la adivinación. ¿Qué más descubriré sobre ellos? ¿Que forman parte de una secta satánica y que en el tiempo libre sacrifican niños?

Eve traga ruidosamente. El reloj de oro rosa colgado sobre el cabezal de Daisy hace tic tac, tic tac. En momentos como este, el concepto de "tiempo" me confunde. Un minuto dura una hora.

-Hace un par de años- empieza Eve, clavando la mirada en sus manos, -Estaba en el sótano de Connor junto a nuestra banda y Lucas. Después de los ensayos empezamos a beber cerveza, y, cuando estuvimos completamente borrachos, Jeff se puso a leer las manos de todos.

Simplemente VanesaWhere stories live. Discover now