Cita a ciegas ♡ ChanIn | MinBin

11

—Claro, claro, déjame que te la envío apenas cuelgue.

—Muchas gracias, Jeongin. Nos vemos.

Minho colgó la llamada, escuchando un "hasta pronto" antes de dar clic en el botón rojo.

Cómo lo dijo Jeongin, apenas colgó le envió la dirección. Quedaba algo lejos, más iba a ir para buscar a su omega.

Se subió a su vehículo y condujo hacia la mansión Seo que casi quedaba a fueras de la ciudad. Cuando llegó y se bajó del auto, fue rodeado por algunos guardias en la entrada.

—Buenas tardes —saludó a los betas, recibiendo un saludo de regreso de parte de ellos.

—Identifíquese —pidió uno de los betas.

—Y díganos qué desea —agregó otro de los empleados.

—Soy Lee Minho —habló el alfa, extendiendo su tarjeta de contacto—. Vengo a buscar a Seo Changbin.

—¿Al joven Changbin? —preguntó con sorpresa, a lo que Minho asintió—. Él se encuentra en la sala hablando con su padre, iré a avisarle de su visita. Por favor, espere aquí.

—De acuerdo.

El beta de edad avanzada, que parecía ser el jefe de los demás, entró a la mansión. Tardó unos minutos en regresar.

—Puede pasar, por favor, acompáñeme —pidió el beta.

Minho se acercó a la puerta y siguió al beta, observando lo bonita que se encontraba la mansión. Cuando llegaron a la sala, percibió ese dulce aroma a vainilla que ponía miu contento a su alfa.

—Señor Seo, el joven Lee está aquí —anunció el beta.

—Gracias, Park, puedes retirarte.

—Con su permiso.

El beta hizo una reverencia y luego se marchó de la sala, más Minho no le prestó atención, pues su mirada estaba en el omega que evitaba verlo.

—Joven Lee, qué sorpresa verlo en mi casa —dijo el alfa Seo, captando la atención de Minho—. He intentado agendar una reunión con usted, pero es un hombre muy ocupado que no la he conseguido.

—Oh, sí... El trabajo me tiene muy ocupado, por eso es difícil agendar citas conmigo y prefiero darle mi tiempo a personas y asuntos de mayor importancia —lo último lo dijo observando al omega.

—Pero bueno, es un placer al fin conocerlo. Soy Seo Kangjoon y este de aquí es mi hijo; Seo Changbin.

—Es un gusto conocerlo, suegro —dijo el alfa menor, realizando una corta reverencia.

Tanto Changbin como su padre quedaron estupefactos con lo que acababa de decir Minho.

—¿Suegro? —soltó el alfa mayor con desconcierto en su cara.

—Sí, vengo a pedirle la mano de su hijo —fue directo, no se iba a andar con rodeos.

Kangjoon volteó a ver a su hijo con confusión reflejada en su cara, no entendía la situación, más unos segundos después pudo suponer qué era lo que pasaba. Podía notar el nerviosismo en su hijo, lo inquietante que se encontraba su omega.

Algo había pasado entre esos dos.

—¿Ustedes ya se conocían? —le preguntó a su hijo.

—Sí, padre... Eso era lo que quería contarte.

—Nos conocimos en una cita a ciegas y quedé fascinado con su hijo, luego estuvimos viéndonos y solo aumentaron mis deseos de ser el alfa de su hijo, señor Seo —explicó Lee—. Me gustaría tener su bendición, pero antes me gustaría a hablar con su hijo a solas.

—No estoy entendiendo del todo, pero por supuesto que sí. Pueden ir al jardín para que hablan con más calma, luego me explican lo sucedido.

—Gracias, señor Seo. Enseguida regresamos —le dijo al alfa mayor, realizando una corta reverencia de agradecimiento—. Vamos, Bin —esta vez se dirigió al omega con una sonrisa, mientras le extendía su mano como el caballero que era.

Changbin se encontraba algo asustado por lo que acababa de suceder y tenía miedo de lo que iba a pasar instantes después, miró la mano del alfa con incertidumbre, más decidió tomarla. Así ambos salieron de la mansión en silencio y bajo la atenta mirada del señor Seo detrás de sus espaldas.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Minho había llamado suegro a su papá? ¿Acaso lo había perdonado? No, eso era posible, Changbin creía que Minho ya no lo buscaría, porque... ¿quién querría a un omega mentiroso en su vida? Además, tampoco estaba muy bonito para que quisiera casarse con él...