Cita a ciegas ♡ ChanIn | MinBin

10

Los besos se volvieron más salvajes y sin darse cuenta se habían desasido de sus prendas, encontrándose desnudos frente al otro, pero ya no sentían vergüenza, ya no. Esa vergüenza se esfumó hace algunos años atrás cuando hicieron el amor por primera vez.

—Espera, amor, déjame ir por un condón —dijo Christopher al separarse del feroz beso y recuperar un poco del aire que le había quitado aquel contacto.

—No quiero, vas a tardar mucho.

—No voy a tardar, solo me tomará unos segundos.

—No, quédate aquí conmigo.

—Pero, Innie, eso es...

El alfa se calló cuando el omega volvió a devorar sus labios, quitándole el aire.

Pero el asunto de la protección era importante, por lo que Chan volvió a separarse del beso.

—Innie, voy rápido, ya regreso.

—Hágamoslo sin el condón y anuda dentro de mí.

—¿Eh? —soltó con desconcierto—. Jeongin, sabes bien lo que eso podría causar.

—Sí, lo sé bien, pero en algunos casos no sucede. Aparte, nos vamos a casar —habló, acariciando los pectorales del alfa—, y formaremos una familia. ¿Acaso no te gustaría tener cachorros conmigo?

Jeongin lo notó, supo que había conseguido lo que quería. Los ojos de Christopher se volvieron más brillantes de lo normal y aquel aroma a manzana verde se volvió más intenso.

Al final de todo Chris siempre se dejaba dominar por Jeongin.

No hubo respuesta de parte del alfa, simplemente atacó los labios del omega y empezó a besarlos con fiereza. Mordiéndolos y acariciando su lengua. Jeongin ya había empezado a lubricar en abundancia, su alfa siempre lo hacía mojar en grandes cantidades.

—Chris, mmgh...

—Me correré dentro tuyo y te dejaré preñado, ¿eso quieres?

—Sí, Chris, eso quiero. Préñame.

Chris sonrió, empezando a besar y morder todo el cuerpo del omega, llegando a su ano.

—Abre las piernas —pidió con voz ronca.

El omega obedeció, abrió más sus piernas, dejándole todo el camino libro a su alfa para que hiciera con su entrada lo que le plazca.

—¿Así? —preguntó con tono travieso.

—Sí, así... Me encanta cuando abres las piernas así.

Chris de inmediato llevó su boca a ese agujero, empezando a succionar, morder, chupar y demás, enloqueciendo por completo al omega sobre las sábanas.

—Oh... ya... ya estoy listo... métela.

—¿Te la meto? —indagó el alfa cerca del rostro del omega.

—Sí, métela, alfa, y muy profundo...

—Cómo ordenes, mi amor.

El alfa atrapó nuevamente los labios del omega, besándolo con descontrol en lo que se hundía en el interior del mismo, callando el fuerte grito que pudo salir de los labios del omega. Entonces las penetraciones dieron inicio, Chris agarró la mano del omega y la apretó con fuerzas sobre las sábanas.

Y ahí se encontraba Jeongin, acostado en la cama, siendo besado por su alfa, a la vez que el alfa lo arremetía con profundidad, tocando ese punto sensible que lo hacía descontrolar.

—Chris —susurraba Jeongin entre gemidos que no podía evitar sacar de su boca, se sentía cerca del orgasmo—. Me voy, agh... me voy a... correr...