Verliebt in die Braut. (Marco Reus)

Back in Dortmund.

Capitulo 1

Marco (Narra): Nuestros padres siempre creyeron: que éramos el uno para el otro, que estaríamos compartiendo nuestras vidas, que siempre estaríamos juntos, pero, eso no fue así, ambos habíamos tomados rumbos distintos. Ella: se había marchado lejos de mi para continuar sus estudios, mientras yo: le seguía fiel al lugar donde había nacido y crecido, al mismo lugar que me había dado la oportunidad de ser una estrella en el fútbol, a la misma cuidad que fue testigo de mi primer beso con ella.

Tomé aire, al recordar el día que se marchó, al recordar que habíamos perdido cualquier tipo de contacto con ella. Pueda que haya salido con muchas mujeres pero nunca pude sacarla de mi mente. Después de tanto tiempo prometernos que sin importar lo que sucediera siempre estaríamos juntos.

#Recordatorio.

Ambos nos encontrábamos en el jardín del pateo trasero de la casa de mis padres, observando las estrellas como casi siempre lo hacíamos.

- son tan hermosas- Dijo Arabelle refiriéndose a las estrellas.

Yo: no tan hermosas como tú (ella me miró) 

Arabelle: (risa) no digas tonterías (risa) 

Yo: Arabelle no son tonterías 

Arabelle: de que hablas? (me preguntó confundida)

Yo: de esto (la besé) 

Un beso mágico, no fue un beso común y corriente, un beso distinto a los que estaba acostumbrado con las demás. Con ese beso supe que la amaba, que sin ella no podía vivir, pero de pronto se separo rápidamente de mí, se levanto y se alejó de mi corriendo.

Yo: ARABELLE (Iba detrás de ella mientras corría, Arabelle al escuchar su nombre se detuvo, luego se giró para mirarme unos segundos y tan solo se giro de nuevo para continuar corriendo) 

Ambos habíamos salido de la casa de mis padres y nos dirigíamos a casa de sus padres, cuando la alcanzó. La tomó de la mano e hice que se girara.

Yo: lo siento Arabelle.

Arabelle: debo irme Marco. (Sus ojos estaban cristalizados)

Yo: lo siento Arabelle, no fue mi intensión.

Arabelle: lo siento.

Ella tan solo entro a su casa, dejándome allí con la palabra en la boca, sin dejarme explicarle o tan siquiera confesar le, lo que en verdad sentía por ella.

Yo: lo acabas de arruinar Reus (susurré enojado)

Aquella noche fue la última vez que estuve cerca de ella, que pude por lo menos hablarle, porque al cabo de dos días ella solo me ignoraba: siempre que la invitaba a salir tenía algo que hacer o tan solo me evitaba en los pasillos, delante de sus padres fingía que todo estaba bien cuando no era así, así fue durante dos semanas.