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En cuanto Kore bajó de Medusa con la ayuda de Tsu'tey, sus hijos fueron corriendo a abrazarla.

—¿Cómo estás, mamá?

Preguntó Simon.

Kore sonrió enternecida.

—Estoy bien, no os preocupéis.

Tsu'tey llevó su mano a la espalda baja de su esposa.

—Vuestra madre debe descansar, luego podréis incordiar la a preguntas.

Los niños se apartaron, antes de que sus padres se fueran al maui.

Tsu'tey la ayudó a acostarse, y se acostó a su lado, acariciando su vientre.

—¿Estás enfadado?

Preguntó Kore, ambos mirándose a los ojos.

—Te lo dije, pero no me hiciste caso—Tsu'tey suspiró al ver los ojos de su mujer—, creí que te perdía. No puedo volver a pasar por ello, ya me has dado muchos sustos de estos.

Kore sonrió antes de besar los labios de su marido con amor.

—No te librarás de mí tan fácilmente, estamos juntos—Kore llevó su mano a la cara de su marido, para enseñarle su anillo—, para siempre.

Tsu'tey le dió un mordisco al dedo anular de su mujer, que apartó la mano riendo a carcajadas.

—Estamos solos—bromeó bajando su mano a la cadera de su mujer, acercandola a él aún más—, podríamos hacer algunas cosas de adultos.

Kore se mordió el labio, mientras Tsu'tey empezaba a besar su cuello.

—¿Qué tipo de cosas?

Tsu'tey mordió el cuello de Kore, escuchándola jadear por lo bajo.

—Del tipo de cosas de las que no tenemos precaución.

Kore se puso rápidamente a horcadas de Tsu'tey, empezando a besar su cuello mientras Tsu'tey empezaba a quitarle la ropa.

—Creo que podríamos hacer ese tipo de cosas.

Murmuró Kore en la oreja de Tsu'tey mientras le empezaba a quitar el taparrabos, mordió el lóbulo de su oreja antes de empezar a moverse, creando fricción.

[....]

—¿En serio?

Preguntó Kyra rodando los ojos al ver las claras señas de que sus padres habían tenido un rato de pasión.

—Cuando lo pruebes lo entenderás.

Explicó Mahina entrando al maui de la mano de Aonung, que la miró con nerviosismo ante sus palabras.

Tsu'tey se levantó mientras Kore seguía tumbada, cansada.

—Tú y yo debemos hablar, muchacho—Tsu'tey señaló fuera del maui m—, vamos a hablar.

Aonung negó levemente hacía Mahina mientras está lo empujaba con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Va a matarlo de un infarto.

Bromeó Simon mientras se tumbaba junto a su madre, que no dudo en acariciar su pelo para calmarlo.

—Sí.

Siguió Shuri antes de tumbarse también con su madre.

Los niños Rongloa se tumbaron con su madre, abrazandola.

Metanoia¹-Tsu'tey-Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang