Capítulo 20

1 0 0
                                    


Adara

Me estire al despertar y ya no sentí ningún malestar, espero seguir así y que el dolor no vuelva. Decidí desayunar con Dulce en el restaurante, ella estaba feliz porque al parecer ha crecido de puesto.

Luego nos fuimos juntas a la fábrica y en el camino nos encontramos a Ossian quien nos ha saludado antes de entrar y yo le devolví el saludo con una sonrisa ganándome una cara de sorpresa de parte de Dulce.

-¿Me perdí de algo? -se detiene conmigo.

-No mucho ¿por qué?

-¡¿Cómo que porqué?! Has saludado al idiota es y no solo eso ¡le has sonreido! ustedes ni siquiera podían respirar el mismo aire.

-Ossian no es tan malo, se ha disculpado conmigo y ahora estoy dándole una oportunidad para ser mi amigo. Eso si aun no confio del todo.

-Perfecto, pero si te vuelve a hacer daño que sepa que ya no aparecerá más.

-Bien, pero si no entramos ahora nos vamos atrasar -entramos y yo me quede en la recepción recibiendo las estadísticas para hoy.

Iba feliz a comprobar todo, pero tan solo pisar el pasillo se logró sentir el ambiente tenso, aún más cuando vieron que estaba por hacer la revisión diaria. No entendía nada, pero al revisar la hoja me he dado cuenta el porque, tan solo quedan doce días incluyendo hoy para noche buena.

A estas alturas nadie puede fallar en nada, tener un día de retraso es peligroso y muy difícil de recuperar, es por eso que mi sola presencia ya es mucha presión. Por suerte cuando voy pasando por cada área es un mínimo de retraso en este año, seguro debido a los pequeños imprevistos que se han dado en los últimos días por accidentes.

Como es ahora de siempre, me siento a comer algo pequeño para almorzar, pero la paz no se ha terminado, veo como un duende se acerca. Santa ha pedido mi hermosa presidencia en su oficina.

-Buen día señorita Adara se necesita de usted en el establo.

-¿En el establo? -le digo algo sorprendida.

-Sí señorita -me confirma.

-De acuerdo, gracias, puedes retirarte -hay no ya hablo como de esas a quienes llaman princesas de los libros.

Termino mi último bocado de mi puré de papas y me dirijo de inmediato al lugar mencionado. Tarde algunos minutos en llegar ya que aunque estuviera cerca si estaba lejos. Al verme llegar el duende cuidador abrió la puerta de inmediato dejándome entrar.

-Buenas tardes -digo tan solo llegar.

-Buenas tardes Ada, hoy debemos aprender otra lección y esta si estaré ayudándote hoy -voltea a ver a los duendes en el lugar- lleven a los renos.

De inmediato ellos acataron la orden, ya se para donde va esto y ahora si que me ha empezado a dar nervios, nunca he hecho esto, ni siquiera he estado a más de un metro del suelo.

-¿Debemos hacer esto ahora? -le digo dudosa.

-No te preocupes es muy fácil, sé que no tendrás ningún problema.

-De acuerdo... -¡Cómo cree que va a ser fácil! ¡fácil es para él! Yo no es que le tenga fobia a la altura, pero si me caigo de ese trineo puedo morir.

Lo acompañé a lado detrás de la fábrica en donde está el puesto de salida del trineo. Llegando ya se encontraba todo preparado, los renos ya atados al trineo y el camino despejado.

Voy caminando tranquilamente cuando me doy cuenta que hay dos cosas diferentes. Uno, Blitzen es el líder en esta ocasión en vez de Rudolph que ahora ha ocupado el lugar de él. Dos, Ossian está tranquilamente observando a los renos mientras le da de comer una zanahoria.

Legado navideño #1Where stories live. Discover now