No supo en qué momento aquellos dos sujetos cambiarían su mundo... corrección si lo supo, lo supo en el instante en que esos ojos violetas y azules lo miraron con burla y lástima total mientras era golpeado debido a sus deudas.
Quien diría que desde...
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Shinichiro miró mal a Wakasa, el mayor estaba armando todo un drama porque Izana había llegado a casa en compañía de algunos niños, Benkei se había encargado de darles galletas y otras golosinas para que pudieran hacer su trabajo escolar tranquilos, no dudo en rellenar la boca de Imaushi de postre en cuanto un nuevo escándalo comenzó esta vez porque Manjiro había llegado con su propio grupo de amigos, de todos en el único que confiaba para estar cerca de su niño era Hanagaki, el chiquillo tenía toda la pinta de estar próximo a ser omega así que el si era bien recibido por el mayor.
Tras un regaño por parte de Emma todo quedó en calma hasta la hora de despedir a los mocosos, pudo ver como por lo menos tres de ellos eran sinónimo de peligro para sus niños, no confiaba en el tal Ran, ni en Ryuguji, mucho menos en Kakucho o Keisuke, su nuevo y recién descubierto instinto paternal le hacían tener los ojos atentos a los mocosos cerca de sus bebés y ellos no eran algo que quisiera escuchar le dijeran suegro.
Los niños no tardaron en quejarse diciendo que solo eran sus amigos, Imaushi quedó en paz hasta que Emma mencionó que Ryuguji y Hanagaki eran adorables.
