No supo en qué momento aquellos dos sujetos cambiarían su mundo... corrección si lo supo, lo supo en el instante en que esos ojos violetas y azules lo miraron con burla y lástima total mientras era golpeado debido a sus deudas.
Quien diría que desde...
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Desde hacía casi un mes las mañanas familiares comenzaban de locura, Emma era peinada por Wakasa mientras Keizo preparaba el desayuno recibiendo ayuda de Manjiro e Izana mientras Shinichiro verificaba que cada uno de sus niños estuviera bien vestido para ir a la escuela, tanto que esa mañana en particular había dejado pasar las incómodas y extensas molestias de su próximo celo, para cuando los niños se fueron no dudo en llamar a la madre de Keisuke para pedirle que les diera alojamiento a Mikey y Emma por unos días para pasar en cama su celo, Izana le había dicho que iría con sus nuevos amigos a Roppongi, al parecer los chicos con los que su pequeño había hecho amistad lo habían invitado a pasar el fin de semana con ellos lo cual era conveniente hasta cierto punto.
Ahora Shinichiro debía pensar en cómo deshacerse de Izo e Ushi, si bien se moría por recibir momos y atención no estaba dispuesto a abordar el tema de pasar el celo con alguno haciendo sentir al otro excluido, por eso a su parecer era mejor que los alfas se fueran por unos días para poder tener paz y calma.
Claro que nada de eso salió como pensaba cuando al tender la ropa su celo llegó con anticipación, no pudo hacer nada cuando se vio entre los brazos de Imaushi quien dejaba besos y caricias en sus mejillas mientras Arashi toma su mano dejando caricias en ella, todo se volvió demasiado intenso cuando en menos de lo que pensó el ojiamatista le quitó la ropa dejando caricias y atendiendo su problema de sentirse necesitado.
Todo en el temblo cuando se dio cuenta de que Keizo los veía con atención, mientras wakasa se encargaba de prepararlo y tocarlo, Keizo solamente se dedicaba a verlos soltando ronroneos complacido para alentar a su omega a seguir.
