Capítulo 1 - El despertar de la Luna

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Levantarme en las mañanas y tomar aire fresco con tan solo dejar la ventana entreabierta siempre me hacía sentir rejuvenecida; adoraba mis mañanas como un ave diurna que se prepara a extender sus alas y emprender el vuelo en el firmamento. La mañana era mi parte favorita del día, puesto que era cuando yo tenía mayor energía para comenzar y hacer algo productivo, empezando con mi rutina de ejercicio.

—¡Emilia! —Escuché a lo lejos que una voz me llamaba cuando estaba a punto de salir de mi habitación y dirigirme al gimnasio.

—¡En un momento bajo! —avisé y caminé con premura descendiendo las escaleras de la entrada principal, casi me tropiezo de no ser porque alguien me sujetó.

—Señorita Emilia, tenga cuidado. —Elina, el ama de llaves me había sostenido antes de que tropezara por las escaleras.

—Gracias, descuida, no tienes por qué preocuparte.

—Emilia, ¿a dónde te diriges? —Mi mamá me sorprendió bajando a la entrada principal.

—Solo voy a ejercitarme un poco y me cambio para ir al instituto.

—Tu hermana y yo vamos a salir, llegamos antes para completar los preparativos de la fiesta.

—Feliz cumpleaños Mily —Mi hermano apareció con un pequeño pastel de chocolate con un par de velas mágicas, de esas que son parecidas a los petardos utilizados en los fuegos artificiales.

—Feliz cumpleaños hermana, oficialmente ya eres mayor de edad —Mi hermana mayor también me sorprendió abrazándome por un costado mientras tiraba del disparador de confeti.

—Feliz cumpleaños hija, este día será el más especial, te prometemos que será inolvidable. —Mamá a su vez se acercó para darme un efusivo abrazo junto a mis hermanos que ya me tenían apretada como un emparedado.

—Ay, ya, ya entendí, pero si nos quedamos así ya no voy a poder respirar y este será mi último cumpleaños.

—Ay Mily. —Mis hermanos respondieron entre risas.

—Tu padre tuvo que retirarse antes para ajustar algunos detalles en la junta de accionistas de la empresa. No te preocupes porque llegará antes de que todos los preparativos estén completos. Ahora te vamos a dejar, eso incluye a todos tus hermanos, para que puedas continuar. Nos vamos después del desayuno.

—Está bien, tampoco les quito tiempo para que se apresuren —proseguí.

—El chofer te va a recoger puntualmente a la hora de salida del instituto.

—Ya lo sé mamá, no me voy a escapar. Iba a esperar a mis amigos para que pudieran llegar conmigo a la misma hora.

—Hija, con respecto a eso...

—¿Pasa algo, mamá?, ¿hay algún inconveniente?

—No, no es nada, no te preocupes. —La voz de mamá sonó evidentemente dubitativa—. Solo quería decirte que puedes acompañar a tus amigos y decirles que pueden esperarte en la recepción para que puedas prepararte antes de que la fiesta comience.

—No hay problema con eso, igualmente ya les había avisado que se trataba de una fiesta de etiqueta, así que también van a ir preparados.

—No es solo eso, ya sabes que es una ceremonia muy importante —añadió mi hermana.

—Definitivamente, es el día más importante —resaltó mi hermano.

—Sí, ya sé que es por tradición familiar, pero aun así, no sé, siento que no era necesario que hicieran una fiesta demasiado fancy.

Crescenta: El heraldo de la Luna (ONC 2023)Where stories live. Discover now