Capítulo 4.

680 120 9
                                    


Hannibal no se dejó desanimar por las caras largas de Will, su obvia falta de entusiasmo y sus intentos por escabullirse de la cena. Su objetivo había sido traerlo a su casa para poder contemplarlo de cerca y de paso averiguar ciertas cosas, que de otro modo no le resultaría tan sencillo saber. Podía vigilarlo cada día al salir o entrar de la universidad, pero no alcanzaba. Necesitaba información más precisa, de la propia boca de Will de ser posible, para que todo fuera verídico y no producto de sus conjeturas. 

-Así que, eres estudiante de Criminalística. Una carrera fascinante, muy loable también. ¿Cómo se te ocurrió dedicarte a eso?

-Me gustan los crímenes- respondió Will sin el menor tacto, evitando la mirada fulminante de su padre.- Analizar la historia de criminales notables me ayuda a desarrollar mis propios métodos.

-¿Perdón?

-Quiero decir que me ayuda a pensar en métodos para resolverlos. Si quiero resolver un crimen necesito pensar como criminal para anticipar sus movimientos, ¿entiende?

"O no sabe expresarse correctamente, o solo quiere hacer la charla lo más incómoda posible. Me inclino por esto último" pensó, sin dejar de sonreír o de conversar con ambos Graham (aunque el padre le importaba un pimiento). Will probablemente quería escapar de ahí pero no había forma de hacerlo sin ser grosero, y él no se lo estaba permitiendo. Había decidido soportar todas sus insolencias y ordinarieces sin importar qué tanto lo irritaran, porque antes que su comodidad estaba su interés. Tenía que saberlo todo sobre él.

-La vida de universitario es muy difícil a veces, ¿verdad? Tantas clases, trabajos, profesores incompetentes que le quitan las ganas de estudiar a uno. ¿Has pasado por algo o alguien así?

-Pues sí, supongo. De hecho sí, tengo una profesora insufrible que no hace más que menospreciar mis trabajos. Esa vieja maldita…

-Will, ya basta- le susurró su padre de forma muy audible, volviéndose hacia su anfitrión para disculparse.- Lo siento mucho, doctor Lecter, mi hijo es un poco impulsivo al hablar. Le ruego que perdone su vocabulario.

-Oh, no importa, señor Graham, todos hemos sido jóvenes alguna vez. Los arrebatos forman parte de la vida, así que no hay por qué pedir perdón por ellos.

Will lo miró con fijeza un momento al oírlo decir eso, pero inmediatamente volvió su atención al postre que le habían servido. Era un hombre raro ese doctor… demasiado perfecto para ser real, con los modales de un caballero y la apariencia de un galán de televisión. Pero aún así había algo más, algo indefinido que no terminaba de cerrarle… quizás fuera paranoia suya, pero se le ocurría que su anfitrión no había dejado de mirarlo toda la noche. Eso era imposible, desde luego, porque el hombre había invitado a su padre y él sólo estaba en el paquete como invitado extra. No se le ocurría ninguna razón posible por la cual Hannibal Lecter quisiera mirarlo tanto, así que debía estar en su imaginación.

"He bebido demasiado me parece. Debería ir a tomar aire para despejarme".

-Perdón. ¿Les importa si me marcho antes? Hace una noche muy buena, me gustaría… eh… admirar los jardines. Sí.

Ni él se tragaba aquella excusa, ¿qué chico de dieciocho años pedía permiso para dejar la mesa e ir a mirar el jardín, la luna o cualquiera de esas idioteces? Seguramente ellos notarían que estaba borracho y su padre lo mataría, pero para su asombro Hannibal sonrió y asintió, como si le pareciera la mejor idea del mundo.

-Vaya tranquilo, Will, mi casa está a su disposición para todo lo que quiera. Quizás nos unamos a usted más tarde, ¡realmente hace una noche perfecta para un paseo!

"Y para abordarte por primera vez a solas, si logro deshacerme de tu padre" pensó contento, pues su vino parecía haber hecho efecto en Will. Oh, nunca le pondría nada en la copa a alguien, él no era de esos… pero había elegido un menú muy apropiado para despertar la sed y también había escogido un vino fuerte y con mucho sabor, que mareaba a quien no estuviera acostumbrado a él. Un muchacho tan joven difícilmente podría haberlo resistido.

Máscara OrdinariaWhere stories live. Discover now