Capítulo 3.

718 113 10
                                    


A Will no le gustó nada que su padre lo citara en su despacho antes de la cena. Por una parte estaba muerto de hambre y no quería esperar más para comer, y por el otro lo conocía demasiado bien. Solo le hablaba para pedirle que lo acompañara a alguna de sus aburridas reuniones, porque le daba prestigio ir con un miembro de su familia, y eso era lo último que quería hacer. Él no era trofeo para que lo exhibieran ante esos odiosos hombres de negocios, pero por desgracia era exactamente lo que quería el viejo. Se sintió acorralado.

-¿Para qué quieres que vaya? No es como que mi presencia te vaya a ayudar en algo, no conseguirás un contrato mejor solo por mi cara bonita.

-¿Qué estás insinuando, se puede saber? El doctor Lecter nos invita a una cena formal para celebrar nuestro primer mes de sociedad, y ha dicho que estaría encantado de recibirme con mi familia. ¡Y tú eres mi familia, por si no lo has notado! Te has podido matricular en esa escuela tan cara gracias al contrato que firmé con el doctor, así que ya podrías ir revisando tu actitud. Iremos mañana a su casa, y se acabó.

Will odiaba no poder responderle a su padre, pero en ese caso no pudo y se esperó a estar a solas en su cuarto para maldecir. ¡Qué suerte de mierda! No tenía nada contra Hannibal Lecter, pero no quería pasar su noche de viernes con él. Era un extraño veinticinco años mayor, ¿de qué podrían conversar o qué podrían hacer que fuera interesante? Nada. Sería una noche aburrida que bien podría haberle dedicado al ocio, a dormir, jugar videojuegos o salir con algún amigo. Pero en cambio tendría que actuar como la marioneta de su padre, el hijo modelo de notas perfectas que enorgullecía a la familia Graham.

"Pues bueno, ya qué. Si tengo que ir iré, pero con el peor de los ánimos. Muy gentil de parte del doctor Lecter, pero le haré saber que no me interesa cultivar una amistad con él y entonces lo pensará mejor la próxima vez que quiera invitar a alguien a cenar".

Máscara OrdinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora