10. Ayuda

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EunJi no estaba furiosa conmigo, aunque tampoco esperaba que lo estuviera. La tarea de dirigir el reino era algo abrumador; sin embargo, estaba tratando de no defraudarla. Le pedía los menos consejos posibles porque sabía que tenía que aprender a hacer las cosas por mí mismo, y ella aceptaba mis decisiones la mayor parte de las veces.

Las noticias del ataque la alteraron mucho, como me temía que sucedería. Quiso salir de la cama de inmediato e ir a buscar a KangDae ella misma, pero el mero hecho de agitarse la cansó demasiado como para siquiera poder sentarse. Mi madre se había vuelto demasiado frágil y verla así me atemorizaba.

La dejé bajo el cuidado de Garrett y fui a buscar a HyunWoo antes de que partiera. No sabía bien lo que sentía respecto a que él fuera el líder del equipo, pero no tenía derecho a impedírselo, de eso estaba seguro; de todas formas ni siquiera lo habría intentado.

Lo que sí sabía era que la misión sería peligrosa porque no estábamos al tanto de los planes de los Vitt. No esperaba que nos atacaran, y es que obviamente subestimaba la obsesión de KangDae por destruirnos; o, para ser más concreta, por destruirme a mí.

A pesar de que HyunWoo había estado fuera casi todo el mes, el palacio seguía siendo técnicamente su lugar de residencia. Sus pocas pertenencias aún estaban en su cuarto, en la zona del palacio donde vivía la servidumbre. Cuando me dirigía hacia allí pasé por el cuarto de HyungWon y me alegré de notar que su puerta estaba cerrada: había escuchado mi consejo de mantenerse apartado con discreción.

Al llegar al cuarto de HyunWoo encontré la puerta abierta y vi que estaba empaquetando algo de ropa. No estaba seguro de cuánto tiempo permanecería fuera, pero tendrían que ser por lo menos unos cuantos días; todo dependía del daño que hubiera sufrido Oslinna.

—¿Ya estás acabando? —pregunté. Me quedé en el pasillo, justo en el umbral, porque me daba demasiado miedo entrar.

—Sí. —HyunWoo se volvió para mirarme. Metió un par de bóxers en una bolsa y luego la cerró—. Eso creo.

—Bien. —Hice girar la sortija de matrimonio que tenía en el dedo—. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto?

—No tengo muchas opciones. —HyunWoo levantó su bolsa y se volvió para mirarme. No tenía ninguna expresión en el rostro, y una vez más odié que fuera tan hábil para ocultar sus sentimientos. Me molestaba mucho no saber nunca qué pensaba o sentía.

—Por supuesto que sí —le dije—. No te estoy forzando a ir.

—Lo sé, pero necesitan que vaya alguien con experiencia y que no sea un idiota. Mi padre tiene que quedarse aquí y yo soy la única elección lógica.

—Yo podría ir —le ofrecí—. De hecho tendría que hacerlo porque puedo ayudar más.
—No. Lo que dije en la reunión es cierto —dijo HyunWoo—. Te necesitan aquí.
—Pero aquí no haré nada más que esperar a que regreses. —No me gustó cómo sonó lo que acababa de decir, así que me limité a bajar la mirada.
—No tardaremos mucho en volver —dijo HyunWoo—. Lo más seguro es que traigamos a los supervivientes a Förening para que puedan resguardarse aquí.
—Entonces tal vez debería acondicionar el castillo para los huéspedes —dije, pero me irritaba la idea de que él se fuera a pelear y yo me quedara en casa, asegurándome de que preparaban las camas—. Esto es ridículo, debería ir con ustedes.

—Príncipe, este es el lugar correcto para ti —dijo, sonando un tanto abrumado—. Debo irme ya, no quiero hacerlos esperar.

—Sí, lo siento. —Me hice a un lado para que pudiera pasar. Cuando lo hizo me rozó con el brazo, pero ni siquiera lo notó. Mientras se alejaba, le dije—: Ten cuidado.

3. The ascent - HYUNGKI -SHOWKI- CHANGKIWhere stories live. Discover now