7. Intermedio

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Por fortuna, entre la boda y la recepción hubo un breve intermedio para quitar las sillas, reagrupar las mesas y abrir la pista de baile. Nadie me dijo en qué tenía que ocupar ese tiempo el Príncipe, pero yo me encerré con MinHyuk en el baño más cercano.

Me mojé el rostro con agua helada, y aunque eso enloqueció a MinHyuk, me ayudó a despejar la cabeza; luego me sequé con una toalla de papel y él me volvió a aplicar el maquillaje frenéticamente.

Salimos del baño a tiempo para que ChangKyun y yo pudiéramos hacer nuestra gran entrada como esposos. Al llegar al salón, Garrett se levantó y nos presentó como los Príncipes Im, y todos volvieron a aplaudir.

No estaba seguro de cómo habían logrado organizar todo en tan poco tiempo, pero el salón se veía sorprendente. De haber sido el tipo de chico que lleva soñando toda la vida con una boda de cuento de hadas, me la habría imaginado exactamente así. Los candelabros habían permanecido encendidos durante la ceremonia, pero ahora estaban apagados para que destacaran las lucecitas mágicas que colgaban por todos lados, y sobre las mesas, las velas también brillaban sutilmente. Por si fuera poco, el salón olía a azucenas por la cantidad de flores que se habían colocado en él.

Todo el mundo nos observó a ChangKyun y a mí en nuestro primer baile. Sonaba At Last, de Etta James, una canción que ChangKyun había escogido porque era admirador de la cantante. Pudimos bailar decorosamente gracias a las incontables lecciones que MinHyuk nos había obligado a tomar para asegurarse de que lo haríamos a la perfección; sin embargo, no giramos alrededor de la pista como si hubiera magia entre nosotros.

Al terminar nuestro baile, la orquesta pasó a tocar algo de Bach. Me habría encantado pasar la noche bailando con ChangKyun, pero en cuanto se acabó la canción, todo el mundo se reunió en la pista; a partir de ese momento tendría que bailar con cualquiera que me lo pidiera.

Garrett fue el siguiente en bailar conmigo y Aurora eligió a ChangKyun. Mi madre tal vez no bailaría conmigo, pero al menos continuaba en el salón. Imaginé que se quedaría allí toda la noche, sin importar lo débil o agotada que llegara a sentirse. Después del comentario de KangDae, tenía que demostrar que todavía estaba entera aun cuando no fuera cierto.

MinHyuk se coló para bailar conmigo en una ocasión y me pareció un bonito gesto; al menos me hizo reír y eso fue muy agradable. De todas maneras, sentía que la tensión se iba acumulando sobre mis hombros, y al final de la noche el dolor iba a ser insoportable.

Mientras recorría el salón bailando con un markis, y daba vueltas por todo el lugar, vi a Hoseok, a Nara, a Rhian y a DaeJun sentados a una mesa del fondo. Habría querido escapar para pasar algunos minutos con ellos, pero dejar de bailar me obligaría a ir mesa por mesa para hablar con la gente, y eso era lo único que me parecía peor que seguir bailando.

Me molestó mucho descubrir la cantidad de gente que aprovechaba la oportunidad para hablarme acerca de alguna ley que quería que se aprobara, con qué familia querían dejar a sus hijos, o incluso para quejarse de los impuestos. A pesar de que todo en mi vida había tomado una inclinación política, me habría gustado simplemente bailar un buen rato y olvidarme de la realidad.

El Canciller apareció para bailar conmigo, como era de esperar, y me esforcé por mantener las distancias. A pesar de todo no dejó de atraerme hacia él, y me fue muy difícil permanecer apartado de su sudoroso cuerpo porque su barriga era inmensa. Por si fuera poco, su enorme mano seguramente dejaría una mancha de sudor en mi espalda en su intento de acercarme más a él.

—Se ve encantador esta noche, Príncipe —dijo, pero me pareció detestable la forma en que me devoraba con la mirada; me produjo escalofríos.

—Gracias. —Sonreí sólo porque tenía que hacerlo, pero me costó mucho trabajo.

3. The ascent - HYUNGKI -SHOWKI- CHANGKIWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu