𝟐 | 𝐆𝐎𝐍𝐄, 𝐆𝐎𝐍𝐄, 𝐆𝐎𝐍𝐄 [ 𝒕𝒉𝒆𝒐 𝒓𝒂𝒆𝒌𝒆𝒏 ] ✔

[47] ✰ i love you too

CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE┆TAMBIÉN TE AMO

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LA PELIRROJA TERMINÓ de amarrar sus zapatillas una vez estuvo vestida.

El azabache, también ya vestido, miraba por la pequeña ventanilla que había en la pared, dejando ver el partido de lacrosse que estaban teniendo el equipo de Beacon Hills contra otra escuela, en el estadio de la universidad.

—¡Rayos! —exclamaba el entrenador.

—Debo encontrar a mi padre —le dijo Hope mirándolo—. Si está aquí, también está en peligro.

—¿Cómo es eso? Espera —Theo se alejó de la ventanilla para acercarse a ella—. Ya no se trata solo de nosotros.

—Después de lo que hicimos, he podido recordar nuestro... tiempo juntos, hasta el fin de la Cacería salvaje —dijo Hope frunciendo un poco los labios—. Solo sé que te amaba —dijo, haciendo que el corazón del chico latiera con fuerza—. Tal vez, si tuviera más tiempo, es posible que recordaría el resto. Pero no puedo ahora, debo encontrar a mi padre. Él y mi hermano son los únicos que recuerdo del todo.

—Bueno, al menos tu padre sigue en el pueblo. Stiles está ocupado con su trabajo del FBI —le dijo Theo con una leve mueca.

—Con más razón, entonces.

Y le dio una leve sonrisa antes de salir de ahí.

Theo suspiró antes de seguirla.

—¡Hope! —la llamó, en lo que llegaban hasta el pasillo de afuera que daba a las gradas—. ¡Hope! —la agarró de forma suave del antebrazo para que se detuviera—. No saben que eres tú. Ni siquiera tu propio padre. Así que, por favor, Hope, ten mucho cuidado.

—Intenté matarte y me dices que tenga cuidado, además de que... tuvimos sexo —dijo Hope mirándolo fijamente—. ¿Por qué haces esto?

—Porque como te dije, nunca he dejado de amarte, y ni siquiera me importa si estás en otro bando. Nunca dejaré de hacerlo.

La pelirroja lo miró algo curiosa, y mirando sus pies unos momentos antes de mirarlo nuevamente. Llevando su mano izquierda a su mejilla, se acercó a él y acercó su rostro al suyo para poder besarlo.

El azabache gustoso correspondió el beso, poniendo una de sus manos en su cintura. Extrañaba sus dulces labios. Y recordaba que siempre sabían a chocolate, probablemente por los M&M's.

Se separaron por falta de aire, juntando sus frentes. Hope rozó su nariz con la suya un poco con una pequeña sonrisa antes de darse media vuelta para alejarse.

A Theo le fue inevitable sonreír ante eso, pero empezó a escuchar algo por lo que se acercó más al campo.

Finstock gritaba molesto.