Capítulo 47

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El cielo parecía ser muy interesante ese día con todas las tonalidades que había tomado, Yuna se quedó viéndolo un momento ensimismada por la belleza que apreciaba sobre su cabeza. Seguía con esa sensación de culpa en el pecho, no había podido ayudar ni a Luffy ni a Robin en la pelea contra Aokiji y sentía que comenzaría a suceder más a menudo ese escenario, después de todo su debilidad seguramente sería de conocimiento público en poco tiempo y ella no podría hacer nada al respecto. Se replanteó sus metas y ambiciones, la inseguridad de no poder salvar a sus nakamas en un futuro la abrumó por completo y se tomó el pecho con desesperación.

Zoro suspiró al verla, él podría ser, quizás, el único que la entendía en ese momento. La tomó del antebrazo y la guio hasta la proa, ella caminó en silencio siendo casi arrastrada. Nami agradeció mentalmente a Zoro por preocuparse, todos ellos lo estaban. Ninguno de ellos podría quitarse de la mente aquella imagen de Yuna aterrada por el frío en la última pelea. 

— ¿Te sientes mal por lo que pasó? — Le preguntó el espadachín siendo directo y cuidando que nadie más oyera.

Yuna sabía que podía llorar, pero ya lo había hecho bastante y se sentiría como una tonta si seguía así. 

— Tuve miedo... — Susurró Yuna sosteniendo la baranda del merry para ver el horizonte frente a ella.

Zoro imitó su acción.

— Eres una persona muy protectora. — Le dijo él. — Pero te molesta ser la protegida.

Yuna rio, eso ya lo sabía.

— Nunca me agradó la idea de ser una carga ¿Sabes? — Murmuró sintiéndose nostálgica al recordar el estilo de vida que tuvo. — Siempre creí que mis padres me habían abandonado y no lo entendía ¿Por qué no me quisieron? Era lo que me preguntaba mientras lloraba y Kotsu me consolaba.

— No eres una carga. — Zanjó Zoro con el ceño fruncido. — Y nunca lo serás, tonta.

— Ahora me lo replanteo, claro. — Siguió ella dándole una mirada de soslayo con una sonrisa tranquilizadora. — Mi madre apareció y ustedes me cuidan tanto... Es injusto que yo actúe de esta forma, lo sé.

— Pero no puedes evitarlo. — Comentó Zoro encogiéndose de hombros. — No te lo guardes, sólo acéptalo y ya. Confía de una maldita vez en nosotros.

— Claro que confío. — Ella sonrió y miró hacia el cielo. — Son los primeros en actuar cuando algo me pasa, por esa misma razón tengo miedo de que se sacrifiquen por mí.

Zoro comprendió su punto y asintió.

— Si lo haces, lo haremos. — Le dijo serio.

— Sí, eso creí. — Ella rio. — Trataré de mejorar para poder salvarte el trasero en el futuro ¿Está bien?

— Ja. — Soltó Zoro.

Ambos rieron, era uno de los muchos momentos en el que Zoro se comportaba como su cable a tierra cuando sufría por sus inseguridades. Su momento se vio interrumpido cuando ambos presenciaron a una rana gigante que nadaba frente a ellos.

 — ¡Luffy! — Chilló Yuna intentando que su tonto capitán viera lo que sus propios ojos veían. 

Luffy y el resto de la tripulación se emocionaron, el capitán ordenó seguirla para atraparla y a penas el Merry avanzó unos metros, se detuvo de golpe. Según Nami habían rieles de tren bajo el agua que les impedían seguir avanzando. 

— ¡Qué locura! — Exclamó Usopp. — ¿Habrá algo más sorprendente?

Y oyeron el tren acercarse. Los lloriqueos del trio de miedosos no se hicieron esperar, todos corrieron de aquí para allá hasta que lograron quitar al Merry de las vías submarinas. Yuna sólo pudo reír por lo irreal de la situación... Y luego recordó que hace menos de una semana estaba en una playa de nubes. La rana se lanzó contra el tren en un intento de detenerla y salió volando por la fuerza de la maquina. 

Yuna Hiroshi [One piece]Onde histórias criam vida. Descubra agora