Yuna Hiroshi [One piece]

Capítulo 33

Yuna fue la primera en reaccionar al reconocer a miss all sunday con la ropa de Nami puesta y sacó con rapidez un par de cuchillos pero unas manos aparecieron en sus brazos y los arrojaron al suelo de golpe.

— Ya les dije que no me apunten con sus armas. — Dijo ella sin interés buscando una silla para descansar pero se distrajo al ver al capitán del barco. — Monkey D. Luffy, ¿No te olvidas de lo que me hiciste, verdad?

— ¡¿Qué le hiciste, Luffy?! — Sanji, el más embobado por la situacion regañó a Luffy al creer lo peor de él.

— ¡¿Eh?! — Se quejó Luffy apunto de ser golpeado por Sanji. — ¡Yo no le hice nada! ¡Oii, no mientas!

— Será mejor que decidas bajarte del barco inmediatamente o te sacaré a la fuerza. — Amenazó Yuna al momento de recojer sus cuchillos y teniendo a la vista el de kairoseki.

— Bueno, creo que sería lo ideal pero no puedo ignorar lo que su capitán hizo. — Respondió la mujer sin mucho interés al momento de sentarse.

— ¿Qué fue lo que hizo? — Preguntó Zoro ya harto de la situación.

— Dejarme vivir. — Contestó sonriendole al espadachín, el cual gruñó pensando que eso sería algo que haría Luffy. — Por eso, quiero unirme a la tripulación.

— ¡Estás demente! — Gritó Yuna con Nami escondida detrás de ella.

— Yo no tengo un lugar al que ir o al cual regresar, así que deja que me quede en el barco. — Le habló directamente a Luffy.

— ¿Ah, era eso? — Habló Luffy neutral. — Entonces no tengo alternativa, de acuerdo.

— ¡Qué! ¡Luffy! — Chillaron las feminas de la tripulación dispuestas a pelear con su capitán pero la sonrisa segura de este las tranquilizó.

— No se preocupen, no es mala.

Yuna guardó los cuchillos y decidió no ser parte del disparate que había presenciado, estaba molesta. Zoro la vio en silencio hasta que entró en la habitación.

— Yuna-chan... — La llamó Luffy queriendo ir detrás de ella pero Zoro lo detuvo con la funda de su espada. — ¿Ah?

— Será mejor que la dejes sola ahora. — Le dijo y Luffy asintió apenado.

***

Yuna se pasó gran parte de la tarde acostada en la cama jugando con sus nuevas agujas mientras escuchaba como la nueva se ganaba uno a uno a todos sus nakamas.

— Yuna-san. — La llamó Nami al momento de entrar en la habitación. — ¿Estás bien?

— Estoy bien. — Respondió seria.

— De acuerdo, por cierto Robin nee-sama compartirá habitación con nosotras.

Yuna cerró los ojos con fuerza y arrojó una de las agujas contra la pared a su lado, Nami tragó saliva, no la veía tan molesta desde que estuvieron en Arlong Park.

— ¿En serio, Nami? ¿Nee-sama? — Escupió Yuna levantandose de un salto. — No me sorprendería que te haya comprado con tesoros.

Nami bajó la mirada confirmando la sospecha y Yuna caminó fuera de la habitación pero antes de salir, dijo.

— Espero que duerman bien aquí. Sacaré mis cosas, no dormiré bajo el mismo techo que esa... mujer.

Nami no respondió, se sentía mal por fallarle a su mejor amiga con algo así.

Al salir, Yuna vió a los chicos jugando y a Sanji babeando detrás de miss all sunday por lo cual cambió de dirección y se encontró a Zoro en un rincón.