☀️🔸️capitulo XXX🔸️☀️

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-¡Nawaki!-y me dio un abrazo mientras intentaba no mancharme con la mascarilla

-hola Lena, ¿Cómo has estado?-

-bastante aburrida a decir verdad, solo estuve haciendo algunas cosas de la escuela ¿y a ti como te va en el trabajo? ¿Es difícil?-

-Me va bien, como siempre cansador, pero por ahora lo llevo bien-le comente-oye Lena, ya que estas aburrida... ¿no te gustaría ir a una peligrosa y mortal aventura conmigo?-su mirada se puso seria

-¿A dónde vamos exactamente?-

-a Japón-dije-ahora tenemos que ir a pedirle a Clarisse ya que ella también tiene que ir. Además no es que te pudieras negar, esta en la profecía jajá-

-¡¿entonces que esperamos?!-exclamó-ve y busca a Clarisse, yo me quitaré todo esto y en menos de unos pocos minutos estaré lista-asentí para salir a buscar a la hija de Ares en su cabaña

Caminaba tranquilo haciendo crecer pequeñas flores por los lugares por los cuales pisaba, también tarareaba canciones al azar

Cuando estaba a una distancia cercana de la cabaña del dios de la guerra pude escuchar algunos golpes o cosas callando, cuando me acerque más para ver qué sucedía, una taza salió volando por la ventana, la cual, casi me pega. Loa cercanos se asomaron a ver lo que sucedía

Además los gritos y maldiciones de Clarisse y uno de sus hermanos no faltaban

-¡Maldito idiota! ¡Ven aquí maldito hijo de puta, te arrancaré lo ojos y te los meteré por el culo para luego meterte un pepino de tres metros!-

-¡¿y si me gusta?! ¡Tendrías un problema diferente pedazo de perra mal nacida! Además, con esa actitud nadie te querrá-se escuchaba como algo de vidrio se rompía

-¡pequeño aborto de mono!, ven aquí y dime si eso sería verdad! ¡¿Además a ti que te importa?!-más cosas salieron volando

Wow, fuertes confesiones el día de hoy

En eso siento como alguien llega a mi lado. Cuando gire mi cabeza y estaba Silena quien estaba rubia, además estaba vestida con un Jean negro, unas converse blancas, una remera (seguramente blanca) y un buzo verde agua ya que había comenzado a refrescar

-que grandes confesiones más de hoy ¿no?-me pregunto mientras esquivaba un cepillo para el cabello

-justo pensé en eso antes de que llegaras-hable sonriente por la coincidencia. Ambos chocamos las manos mientras sonreíamos. Nos encantaba cuando eso pasaba-por cierto, te queda muy lindo el rubio resalta tus ojos-

-Gracias-dijo con una dulce sonrisa típica de ella-Bueno...-dijo la hija de Afrodita mientras miraba la cabaña de su mejo amiga-¿deberíamos intervenir?-me preguntó

-yo diría que si, sino, estaremos aquí hasta que clar se detenga, y ambos sabemos que no se cansa rápido-

-entonces a intervenir se a dicho-

Corrimos y ambos azotamos la puerta de madera como policías

Al ver el interior parecía que un huracán había pasado por la sala. Y ese huracán tiene nombre: Clarisse la rue

La cual, en estos precisos momentos tenía a su hermano en una esquina de la sala a la vez una aura amenazante brotaba de ella. Si que estaba enojada

¿Qué habrá echo el pobre pibe para enojarla así a tal punto?

-Clarisse detente-ordenó la hija del amor con su raro poder contra la hija de la guerra. La castaña se quedó estática en su lugar

De un giro de mano el muchacho desapareció de las garras de su hermana para aparecer a mi lado. El chico cayó al suelo del agotamiento. Tenía varios golpes, algunos rasguños y moretones. Me agache para curarle los pocos daños en su cuerpo

renacer en un mundo semidivino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora