La fama es increíble.
Ser famosa apesta.
Eso pensaba el trío de oro al hablar de cómo te sacan fotos a donde sea que vayas, que te romantizan niñas de 15 años y hacen videos en tiktok sexualizandote.
Pero, ¿esto se trata de la fama?
No. Esto se tr...
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Estaba sola, porfin sola. Después de dos días enteros con los chicos encima suyo, ya que Alec se había ido, todos fueron a hacer cosas, dejándola sola en su casa.
Puso música a todo volumen y comenzó a limpiar el departamento, eran las once de la mañana y no sabía exactamente de donde había sacado tantas energías, pero ahí estaba.
Abrió todas las ventanas para que se ventile la casa, ordenó el living, la cocina y luego se encargó de limpiar más a fondo el baño y su cuarto.
Cantando a la par de Doja Cat, comenzó a ordenar su mesa de luz, hasta que encontró unas fotos que había olvidado que estaban ahí.
Eran unas polaroid que habían sacado con Jamie una noche de las tantas que madrugaban juntos. Antes de que se ponga melancólica ante los recuerdos, la canción que estaba sonando se detuvo, y otra tonada que conocía muy bien comenzó.
Jack entro de repente por la puerta bailando al ritmo de Jailhouse Rock de Elvis Presley, Marayah pega un salto del susto, pero el lo ignora completamente y se acerca a ella.
La toma de la mano, levantandola de un empujón, y ambos comenzaron a bailar tal como se lo sabían de memoria.
Jack y Marayah se aprendieron muchas danzas con el pasar del tiempo, siempre con la escusa de que en las fiestas Argentinas ninguno sabía cómo se baila. Jack, siempre fue muy apasionado por bailar, lo haga bien o lo haga mal, lo disfruta y ella siempre le siguió el paso. Sabían lo básico de tango, rock y algunas coreografias de distintos videos musicales, cómo de Michael Jackson o Britney Spears.
Marayah, a pesar de marearse por lo rápido que fue todo, bailó de forma precisa y rápida, cómo usualmente se baila el rock; con movimientos rápidos, vueltas y trucos de pareja.
Al finalizar la canción, Jack le dió una última vuelta a Marayah y terminar agarrados de las manos, parados de lateral.
Con las respiraciones agitadas y el cabello revuelto ambos ríen
—Mierda, hace mucho no lo hacíamos no puedo creer que lo recordé.—Marayah respira, se desarma la cola de caballo que sostenía su largo cabello y lo vuelve a armar, mientras Jack se sienta en la cama igual de agitado que ella y mira las fotos. Marayah termina de hacer el peinado, y lo mira dando un largo suspiro. Su vista va de las fotos a Jack, de la mirada perdida de el a ls fotos devuelta.—Yo...—Se acerca y agarra las fotos—Estaba ordenando y me encontré eso.—Jack le quita de la manos una de las polaroids dónde ambos estaban mostrando sus dientes de abajo, fingiendo una mirada monstruosa
—¿De verdad te enamoraste de Jamie?—Le preguntó serenamente, con un tono de voz normal, casi como si no sintiera nada.
La mira y ella levanta los hombros con pesadez
—No lo se.—Aprieta sus labios y mira también las fotos en sus manos—Yo... Creo que sí. Pero también pienso en que... Solo me obsesione con algo que no era mío. Sabía que no era mío, sabía que el no me amaba, solo... Viví una fantasía por unos meses.—Jack la estudia con sus ojos oscuros, intentando resolver ese asertijo por ella para hacer todo más fácil.
