Solucionando problemas

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–Jake sé que es difícil, pero T/N acaba de volver con ustedes. Ninguno de nosotros sabe qué fue lo que pasó cuando estuvo lejos, no sabemos como esa mujer la trataba como para que llegase a reaccionar así.

T/N jamás les ha tenido miedo a ninguno de ustedes, ella misma se lo dijo al psiquiatra, lo que pasó la otra noche solo fue una respuesta al trauma que le provocó vivir los últimos meses con esa mujere desquiciada.–Le dijo ella con suavidad, tomando su mano para acariciarla.–Ella te extraña, Jake.

Marc y Steven están con ella... T/N va a estar bien.–Le dijo bajando la vista.

–No es lo mismo, Jake.–Le dijo ella provocando que levantara la vista.–No es lo mismo que ella esté con alguno de ellos dos a que esté contigo. Es verdad que los tres son sus padres y los ama por igual, pero cada uno es muy distinto del otro. Y a pesar de que ella ama a Steven y Marc, y le gusta pasar tiempo con ellos, también extraña a su papá Jake, el que cuando se enoja y pierde en un juego lo tira a la basura, o cuando en las noches no pueden dormir van a conducir por la ciudad escuchando música, o el papá quien esconde caramelos y chocolates en su almuerzo para que su otro papá no se dé cuenta.

Jake la quedó viendo unos segundos antes de bajar la vista hacia su otra mano que estaba en su regazo.

–Ella también te necesita, Jake. Los necesita a los tres. T/N está pasando por un momento difícil y necesita a los tres para recuperarse.–Le dijo ella con suavidad.–Así que hoy la vas a ir a recoger a la escuela y van a ir comer algo por ahí para pasar tiempo padre e hija, ¿entendido?

¿Ahora me está dando órdenes, Señorita?–Le dijo con una pequeña sonrisa viéndola a la cara.

–Sí es necesario para que te acerques a tu hija, entonces si.–Le respondió ella seriamente, antes de ofrecerle una tierna sonrisa.

Jake llevó su mano derecha al rostro de Layla para acariciar su mejilla, y luego se inclinó para besar sus labios con dulzura y ternura, antes de separarse y ofrecerle una sonrisa.

Menos mal estabas mal y no querías saber nada de nadie.–Dijo Marc, y Jake prácticamente le pudo imaginar rodando los ojos con sus manos en sus caderas.

Gracias por siempre apoyar a éste trío de pendejos.–Le susurró a centímetros de su boca.

–Estarían perdidos sin mi. Y ya debes irte que dentro de poco es el horario de salida de T/N.–Le dijo ella con una sonrisa.

Jake le devolvió la sonrisa y besó su mano y después sus labios nuevamente, para luego ponerse pie y tomar la chaqueta de Marc para salir del departamento.

(.....)

Jake fue primero a su departamento para cambiarse de ropa y ponerse su distintiva ropa para que supieras que era él, y luego fue con su taxi a tu escuela.

Aparcó justo afuera y se bajó del coche para esperarte con la espalda apoyada en él, de brazos cruzados y comiendo un caramelo lollipop.

Algunas madres y padres le observaban de lejos, muchos con hilos de saliva que corrían hasta el suelo mientras que Jake solo pensaba en lo nervioso que estaba por verte.

La campana de la escuela sonó y las puertas se abrieron, todos los niños corriendo fuera, mientras que tu saliste caminando lentamente sujetando tu mochila en tu espalda con ambas manos, hasta que tu maestra te señaló a Jake.

Al verlo, el rostro se te iluminó y Jake se paró derecho junto a su taxi nervioso.

–¡Papá Jake!–Exclamaste corriendo hacia él.

¡Mini dama!–Dijo agachándose para recibirte en sus brazos y tomarte en ellos, dando vueltas contigo, para luego dejarte en el suelo y sacando el caramelo de su boca para dejarte besos por el rostro.

–¡Papá estás pegajoso!–Te quejaste riendo apartando su cara de ti.

Mija la extrañé mucho...–Te dijo con una sonrisa sujetando el caramelo en una mano y la otra la tuya.

–Yo también... ¿está enojado conmigo?

¡Claro que no! ¿Qué mamadas está hablando, mi princesa?–Te preguntó con una sonrisa haciéndote reír.

No hables así en frente de nuestra hija, Jake Lockley.–Le regañó Steven.

Ay cállate el hocico pendejo. Nadie 'tá hablando contigo culero metiche.–Le dijo Jake haciéndote reír aún más.–Tenga mija. Cómase eso mientras vamos a ese lugar de tacos que tanto nos gusta.–Te dijo dándote un caramelo igual al suyo y abriendo la puerta del taxi para ti.

–¡Siii! ¡Tacos!–Exclamaste con una gran sonrisa subiéndote al coche.

Jake solo sonrió y cerró la puerta, volteándose para saludar con la mano a tu maestra y luego subirse al asiento del conductor para irse de ahí contigo.

Una pequeña Luna (Moon boys x hija)Where stories live. Discover now