TRECE

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Pov Laia

Desperté con lo rayos de sol que entraban por mi ventana.

Me removi en la cama y de inmediato un dolor agudo se hizo presente en mi cabeza.

Con la mayor de las lentitudes, me incorporé y tome asiento.

Estaba semi desnuda.

¿Qué había pasado anoche?

Tsireya no estaba en su cama y yo no recordaba como había llegado a la mia.

Force a mi cerebro a ordenar los hechos de la celebración de mi cumpleaños, pero por más que lo intentaba, en cierto punto todo se volvía negro.

Me vestí a duras penas y me dispuse a salir de la casa.

Cuando llegue a la entrada vi un bulto recostado sobre la mesa.

- ¿Aonung?- lo moví con cuidado, pero no hubo respuesta. - Oye, despierta. - volví a intentar.

- Mmm...- se dio un giro sobre la mesa. Había marcas de saliva seca en su mejilla y tenia un golpe en uno de sus ojos.- ¿Quien es?- gruñó aún medio dormido.

- Soy Laia.

- ¿Y quien soy yo?

- Déjate de estupideces y despierta.- esta vez lo tomé de los hombros y lo moví más fuerte.

- Au Au Au- se quejo- Mi cabeza, duele.

- ¿Has visto a Tsireya?- pregunte.

- ¿Quien es Tsireya?

Al parecer mi primo se encontraba en peor estado que yo.

Sin compasión lo deje ahí en el piso y salí de la casa. No sabía bien qué hora era, pero se que ya era otro día y mis tios no tardaban en llegar. Debíamos estar en buenas condiciones para cuando eso pasara.

Cuando salí, la luz del sol me golpeo en el rostro como un balde de agua hirviendo.

Si iba a buscar a Tsireya primero debía recuperarme.

Camine directo a la playa. Nadar era todo lo que necesitaba.

Me sumergí y descendi hasta la mayor profundidad que mis pulmones pudieron soportar.

Cuando volví a la superficie un rostro conocido me esperaba en la arena.

Neteyam.

- Buenos dias.- saludo sonriente- ¿Como te sientes?- sus ojos se veían cansados, era evidente que había trasnochado.

- Hola.- no sabía exactamente que debía decir.- Bien.- la palabra dejo mi boca con un dejo de duda.

Neteyam me quedo mirando en silencio, dándome otra oportunidad para responder, él estaba consciente de que le había mentido.

-- Ok, no muy bien.- me resigne- La verdad es que siento que mi cabeza va a explotar y no recuerdo ni como llegue a mi cama.

Soltó una pequeña risita.- Ven conmigo, de seguro tengo algo que te hará sentir mejor.

- Me encantaría, pero debo ir a buscar a Tsireya, no estaba en la casa cuando desperté.

- Claro que no iba a estar en tu casa, porque durmió en la mía.

Lo mire estupefacta.

-- Ven, allá te cuento todo.- me dio la mano entrelazando nuestros dedos y comenzamos a caminar.

- ¿Como es que tu te ves tan bien?- pregunte cuando ya llevábamos un buen trayecto recorrido.

- Es mi encanto natural preciosa.- me guiño un ojo

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Where stories live. Discover now