OCHO

451 44 3
                                    

Pov Laia

- ¡Te salvo la vida! ¿Qué más tiene que hacer para que confíes en él? 

- Yo no se lo pedí, además... ¡Auch! ¡Cuidado! - gruñí- Aún me duele. Tsireya, si vas a usar el revisar mis heridas para castigarme por no correr a los brazos de Neteyam, prefiero curarme yo sola.

Mi prima había pasado toda la semana con el mismo tema.

Neteyam te salvo.

Deberías salir con Neteyam.

A Neteyam le gustas.

Estaba siendo realmente molesta e insistente.

- Eres tan testaruda.- se quejó- Creo prima, que estás en la etapa de negación.

-¿Negación?

-Sí, negación.- dijo tirando la venda que acababa de sacarme a la basura.- Te gusta, pero no quieres admitirlo.

- No me gusta, no lo conozco.

- No me vengas con eso Laia, claro que lo conoces, pasan todo el día juntos.

- Enseñándole, algo que por cierto tu madre me obligo a hacer.

- Pues date el tiempo de conocerlo, es un buen chico.

- Si lo dices intentando justificar que a ti te gusta su hermano, no es necesario, es tu vida.

- ¡No es por eso!- dio un gran suspiro- Laia, yo sé que su familia, su sangre y todo eso te recuerda a lo que le paso a tus padres. Pero no puedes negarte a sentir solo por miedo. Los Sully no son iguales y creo que sin saberlo, Neteyam te está demostrando de muchas maneras que lo que te digo es cierto.

Mi corazón se contrajo, no había hablado de mis padres en voz alta en mucho tiempo.

- No entiendes Tsireya. Si yo llegase a aceptar que siento algo por él, que siquiera me atrae, le estaría fallando a mis padres.- una lágrima rodó por mi mejilla por más que trate de contenerla.

-Ósea, admites que te atrae, pero no lo quieres asumir.- no se podía ser seria con esta chica.

- ¿Puedes hablar enserió por favor?

- Está bien, lo siento- levanto las manos en señal de rendición- Pero me gustaría saber, ¿qué te hace pensar que tus padres no estarían felices de que habrás tu corazón al amor? Talvez te estás equivocando...

- O talvez tú te estás equivocando.

Mi prima dio otro suspiro.- Eres imposible, pero está bien, no puedo obligarte.- se puso de pie, ya había cambiado mi vendaje.- Por lo menos agradécele, hizo Tsaheylu contigo, te regalo esa primera vez solo para que vivieras, estuvo contigo toda la noche cuidando de ti. Creo que es lo mínimo que puedes hacer.

- Pues yo no recuerdo nada de eso.- mentí

Claro que lo recordaba, recordaba cada momento, cada cosquilleo, cada sensación, aun cuando me estaba retorciendo de dolor.

Mi mente divagó un momento, pensando en lo bien que se sentía su cuerpo enrollado con el mío. La canción que canto para que me durmiera. Su calor, su olor.

- Laia por favor.- suplico.- Hazlo por mí. 

La voz de mi prima me hizo volver a la realidad.

- ¿Por ti?

- Si él no te hubiera salvado, mi vida se hubiera ido con la tuya.

-Tsireya- me puse de pie.- Ven acá.- la abracé, mi roce con la muerte me había puesto muy sentimental.- Está bien, hablaré con él.

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora