Capítulo 27

Beginne am Anfang
                                    

Sacó la tarjeta completamente y lo leyó lentamente, dejando abrir su boca con cada palabra. Al terminar, su mirada se alternó entre la tarjeta entre sus manos y mi mirada.

-Jauregui, ¿estás jugando conmigo?

Negué.

-Ven conmigo.

-Lauren, estos premios son los más importantes a nivel mundial y tú jamás haz ido acompañada.

Relamí mis labios. Lista para lo siguiente.

-Estoy lista para una vida monógama, Camz. A tu lado.

Sus ojos se tornaron lagrimosos haciendo que pensará mal. ¿La había cagado? ¿Había sido una mala idea?

-No... No tienes que ir si no quieres...

-Claro que quiero ir, Jauregui. Solo... No pensé que quisieras ir con alguien como yo.

-¿Alguien como tú?

-Te engañe, te mentí y te use. Aún así, me haz perdonado y ahora, prácticamente estás pidiendo que salga contigo.

-Eso estoy haciendo.

Grandes lágrimas de deslizaron por sus mejillas, las saqué con rapidez. No me gustaba verla llorar.

-No puedo creerlo... Parece tan irreal.

-Te quiero, Camz, mi lado hoy y para siempre. Acéptame como yo te he aceptado.

Ella asintió incontrolablemente. Más lágrimas saliendo de sus ojos. Sonreí, volví a secar sus lágrimas y besé sus labios.

Ella me abrazo con fuerza mientras su cuerpo era preso de sus lágrimas.

-Lo siento, es que estoy con el periodo y mis emociones se triplican.

Sonreí y la abracé con fuerza.

-Tranquila, ¿quieres que vayamos a Starbucks?

-Eso me agradaría muchísimo.

Ella fue quien beso mis labios y seco sus propias lágrimas.

-Gracias por la decoración, es muy hermoso. Quisiera llevarlo a donde sea que vayamos.

-Le dije a Dinah que el corazón era demasiado.

Ella rió y negó.

-Está perfecto, gracias.

-Es tu cumpleaños número dieciocho, Camz. Te mereces esto y más.

Caminamos hacia la salida, su mirada puesta en mí con una sonrisa coqueta.

-Soy legal, ¿por eso haz tomado la iniciativa?

-No saldría con una menor, Camz. Todo fue fríamente calculado.

Ambas reímos.

Al salir, ella aún me miraba, pero cuando miró lo que estaba frente a nosotras y el gran lazo se paralizó.

-¡Jauregui!

Un Mini Cooper último modelo estaba estacionado frente a nosotras con el lazo antes mencionado de color amarillo. Reí al ver su reacción. Saqué el control de mi saco y se lo extendí.

-Es todo tuyo, además tiene pase diplomático a todos los países que quieras. Nada de papeleo, solo debes usarlo cuándo y dónde quieras alrededor del mundo.

Sus manos fueron a su boca, sorprendida. Sonreí y fue la segunda vez del día cuando se colgó de mi cuello haciendo que me quejara internamente.

-¡Muchas gracias!

MonógamaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt