☔ Prefacio ☔

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FEDERICO

Que irónica puede ser la vida, ¿no creen?

Un día estás despertando con una sonrisa de oreja a oreja porque el sol, de alguna forma, te está sonriendo, y al siguiente estás con un humor de diez mil demonios y con ganas de desaparecer de este mundo.

Que reflexión de mierda, Julliard.

No sabes con qué va a darte o a quitarte, ni mucho menos a que debes responder, aún teniendo experiencia para detectar los catástrofes.

Como el catástrofe del primero de Marzo.

Una fecha que recorrerá al mundo como el día más despreciable en la historia de América.

Perdón, ¿Dije en la historia de América?

Me corrijo, en la historia de la humanidad.

Siempre en modo reina del drama, Julliard.

Aunque el señor sabelotodo me riñera por el efecto en que mis emociones absorbieron la información, en parte suya está en concordancia de que mis reacciones son consecuentes a los titulares del desastre en que se convirtió mi intento penoso de vida.

En el pasado, habia tenido problemas con la prensa local al punto de implorar una orden judicial para que me dejen en paz en lo que respecta el prestigio de la ciencia de la salud. No obstante, esa orden se fue al carajo o el juez que la dictaminó la uso como papel para limpiarse el trasero que ahora debo lidiar con reporteros de todo el pais en la puerta de mi casa, en busca de la "supuesta" verdad o de una versión de los hechos.

Malditos gremlins.

Y encima se enfrió el café.

Mierda, ya estoy a punto de tomar a uno de ellos para darles un puñetazo para saciar la ira que me provocan con su irrespetuosa manera de obtener su ansiada Primicia.

Me levanto de la cama con pereza, buscando mi celular para distraerme un poco pero lo único que encuentro en la parte de notificaciones, son los diarios y los portales de noticias digitales con los titulares dignos de una revista para adolescentes.

"¿Adan, Eva y quién más? "

"¿Acaso no alcanzaron las baladas de amor? "

" 1+1= 3 "

" Si las paredes hablaran..."

Titulares de mierda, me están incentivando a ir a cada editorial del país para repartir un par de puñetazos y denuncias por difamación contra una persona publica.

Lo cual sería bastante razonable dado el contexto.

Pero todo lo que hiciera, hasta el mínimo ademán de mis expresiones ya no me correspondía en mi totalidad. Había otra persona que su reputación pendia de un hilo y que cada acción mía, repercutía en ella por igual, siendo aquella mi unica limitacion de hacer lo que mejor se hacer:

Desatar desastres.

De niño, he tenido un centenar de niñeras a las cuales he asustando por diversión y porque solo se interesaban en cuidarme a cambio de un monto mayor al que promediaba una niñera en aquel momento. Ya que mis padres, (sobretodo mi madre), se referían a mi como un angelito y una joya que no debe sufrir ninguna alteración por parte de un tercero, dejándoles en claro que una lágrima de mi parte era el despido asegurado, las mujeres (víctimas) tomaban su rol de niñeras.

El Karma Duele [Padecientes #2]Where stories live. Discover now