Cita a ciegas ♡ ChanIn | MinBin

06

Christopher se calló y caminó hacia el refrigerador, se estiró un poco para alcanzar una cajita de color celeste pastel que se encontraba escondida. Posteriormente volvió con Jeongin y se arrodilló frente a él, abriendo aquella cajita y dejando a la vista dos preciosos y brillantes anillos que combinaban a la perfección. El corazón de Jeongin latía con emoción.

—No es el escenario que quería para pedírtelo, pero... Yang Jeongin, ¿aceptarías casarte conmigo?

Y no hizo falta decir nada más, Jeongin se lanzó a los labios del alfa, el impacto fue tan fuerte que Christopher terminó cayendo de espaldas con Jeongin encima de él, pero no arruinó ese especial momento, pues ambos rieron porque se sentían muy felices.

—Te amo, Christopher Bang. Por supuesto que acepto casarme contigo, eres lo mejor que me ha pasado en mi vida —dijo Jeongin, depositando un fugaz beso en la mejilla del alfa.

Christopher sonrió inmensamente. Se acomodaron en el suelo y Christopher le colocó el anillo a Jeongin y Jeongin hizo lo mismo con Christopher.

—¿Cómo fue que jamás me di cuenta de que esa cajita estaba allí?

—Porque jamás se te pasaría por la cabeza revisar en ese lugar, y porque eres muy bajito y no alcanzas.

Jeongin le dio un ligero golpe en el hombro a Christopher por haberle dicho enano, pero luego volvieron a reír.

—Por cierto, antes de ir con mi madre debo hacer otra cosa.

—¿Qué es?

—Decirle la verdad a Lee Minho.

—¿Changbin está de acuerdo?

—Sí, él mismo me lo pidió anoche, yo estaba algo ebrio, pero aún lo recuerdo. Además, a Bin no le gustan las mentiras y se ha sentido horrible por haberle mentido a Lee.

—Entiendo, te acompañaré, ¿sí?

—Gracias. Ahora lo llamaré para fijar una reunión.

—Adelante.

Jeongin se puso de pie y fue en busca de su celular, regresó y realizó la llamada, esperando a que Lee le contestara.

—¿Hola, Jeongin?

—Hola...

—Oh por Dios, al fin contestas, no te imaginas lo preocupado que he estado todos estos días. En serio lamento si dije algo que te molestó, fue muy apresurado de...

—Está bien, no te preocupes. Y disculpa por haberte ignorado, llamo para pedirte que nos reunamos y así explicarte lo que ha sucedido.

—Sí, sí, por supuesto que sí —aceptó de inmediato—. Tú sólo dime el lugar, el día y la hora y yo estaré allí.

—Bueno, ¿te parece bien el día sábado a las ocho pm en el restaurante de la primera cita? Estaré ocupado durante el día, así que tendrá que ser en la noche.

—Sí, me parece bien.

—Entonces nos vemos. Ahora te dejo, tengo cosas que hacer.

—Me gustaría seguir hablando contigo, pero entiendo que estás ocupado. De verdad perdóname si hice algo mal...

—Ya no te preocupes más por eso, ¿okey? Nos vemos.

—Cuídate.

Entonces Jeongin colgó la llamada, soltó un sonoro suspiro. Christopher se situó a su lado y lo abrazó, soltando suaves feromonas para hacerlo sentir más cómodo.

Minho suspiró, depositando el celular en su escritorio.

—¿Ocurrió algo malo? —le preguntó Hyunjin, su secretario.

—Hablé con Jeongin.

—¿Ya le contestó?

—Sí, pero se sintió extraño.

—¿Cómo extraño?

—No estoy seguro de si fue mi imaginación, pero la voz de Jeongin se escuchó distinta e incluso hablar con él fue extraño, como si no lo conociera.

—Oh, eso está raro.

—En fin, me reuniré con él el sábado a las ocho de la noche, así que suspende cualquier actividad que tenga a partir de esa hora.

—Entendido, lo haré de inmediato.

—Bien, yo me voy a mi casa, necesito descansar —avisó, tomando sus cosas—. También regresa a casa, tu omega te está esperando y no quiero que me siga odiando porque te tengo secuestrado.

—Félix dice eso solo porque está embarazado y quiere estar pegado a mí todo el tiempo, no lo dice en serio.

—Igual da miedo.

Hyunjin soltó una risita porque era un poco cierto, su omega se había puesto más celoso desde que el embarazo inició.

—Haré lo último que me pidió y luego me retiraré.

—De acuerdo, nos vemos mañana.

—Sí, hasta mañana.

Minho salió de oficina y posteriormente se subió a su vehículo. Se sentía muy frustrado con todo, pero ya podría ver a Jeongin y hablar con él, fue un impulsivo por haber soltado esa pregunta, sin embargo, no pudo evitarlo, desde que lo vio su alfa le decía que era el indicado y que no debía dejar que se fuera.