Después de que el gobernador atacara la prisión, Khai hará todo lo posible para encontrar a su hermanita y a su grupo, con la ayuda de su mejor amigo Glenn, una "enemiga" que se había vuelto amiga y tres nuevos sujetos, entre ellos una latina que ro...
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—buenos días, bella durmiente —la voz de Tara fue lo primero que escuché al abrir los ojos
¿Que diablos?
—¿Qué mierda paso? —me senté lentamente ¿estábamos en movimiento?
—Te desmayaste, eso pasó— Miré a Glenn el cual comenzaba a despertar — creí que ya te habías ido con San Pedro —reí y luego me acerqué al coreano
—Hey no te muevas —le dije
—Aquí tienes agua —Tara le pasó una botella pero Glenn la rechazó
—¿Dónde estamos?
—No lo sé— le contestó Tara — peleábamos con mordedores y te desmayaste luego de que abandonamos la prisión, luego Khai se desmayó después de salvarme el trasero —me apuntó— No sabia que hacer, el camión me pareció más seguro
—¿Pasamos un autobús? —me acerqué a Tara y Glenn imitó mi acción
—Por la ruta, ¿pasamos un autobús? — le dijo Glenn a Tara, la cual no me había respondido
—Sí
—¿Qué fue lo que viste?
Tara miró a Glenn y luego pasó su mirada a mi —¿Qué viste? —debo admitir que mi voz sonó un poco dura ya que no nos contestaba, pero si ustedes estuvieran en mi lugar creo que reaccionarían de la misma manera
—Estaban todos muertos
No, no, no, no todos pudieron morir ¿verdad? Alguien debió de haber sobrevivido, Dios se que nunca te pido nada, pero si Olivia se encontraba en ese autobús, por favor que haya sobrevivido. Te lo ruego
—¿Hace cuánto lo pasamos? —tomé a Tara por los hombros y la obligué a mirarme
—T-Tres horas —nos miró con lastima
Oh no
—Hey
—Oye —Glenn y yo comenzamos a tocar la pequeña ventana que tenía el camión — oye, para el camión
Ese maldito cabeza de zanahoria nos acaba de parar el dedo ¿quién mierda se cree?
—Oye tu maldita cabeza de menstruacion —comencé a golpear con más fuerza la ventana— para el puto camión
—Háganse a un lado— Glenn tomó el arma y comenzó a golpear la ventanita con la culata de ésta— paren el camión ¡para el camión! —golpeó más fuerte lo que hizo que la ventana se rompiera, lo cual hizo que el pelirrojo parara el camión.
No que no tronabas pistolita
Los tres tomamos nuestras cosas y bajamos del camión
—¿A dónde diablos van? —comenzamos a caminar, ignorándolo por completo —¿A donde diablos van? —volvió a preguntar cuando ninguno le contestó — no sé qué te dijo tu amiga de nuestra misión especial, pero el tiempo es primordial y ya vamos muy retrasados — Caminó hasta ponerse adelante de nosotros, haciendo que paráramos de caminar — Así que necesito que regresen al camión
