Cartas del Tarot que predicen amistad

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Las gradas que rodeaban el campo de fútbol destacaban de un ligero color verde: el mismo tono que se había utilizado en las decoraciones en todo el edificio escolar. Lo cierto es que el instituto había sido renovado hace un par de años, por lo que siendo relativamente nuevo, atraía la atención de los padres que se mecían indecisos entre una u otra institución. La escuela se encontraba en medio de un barrio con casas de clase medía, un puente bajo el cual vivían vagabundos que, mientras no hicieran nada que molestara directamente al instituto, la policía del lugar no tendría derecho de sacarlos, y la entrada a la carretera I-80 a cinco minutos de allí. En América, por lo menos en Sacramento, una ciudad poco conocida en las afueras a pesar de ser la capital del estado de California, había tres tipos de escuelas: públicas, privadas y chárter. Esta última clasificación era el tipo de instituto a la cual pertenecía ''Impact High School'', conocida por su extensa diáspora compuesta de múltiples nacionalidades: chinos, rusos, japoneses, europeos que en su mayoría eran alemanes y diferentes etnicidades árabes prevalecían entre otros.

Entre los gritos de algunos adolescentes que se tomaban el fútbol europeo demasiado a pecho, Mona, una adolescente que en nuestros días se catalogaría de entre satánica y hippie, se posiciona en el penúltimo escalón de arriba con la fe de no recibir ningún balón en su dirección. Removía la baraja de las cartas Toro que había conseguido obtener hace unas semanas mientras revisaba las redes sociales de sus amigos, lanzando impacientes miradas al campo de vez en cuando en busca de alguien en concreto. El cabello de color morado, producto de una apuesta que había hecho con su mejor amigo quien tambien tuvo que teñirse de ese color, relucía al caluroso sol que no los dejaría en paz hasta el mes de noviembre, para el cual aún quedaban dos meses. Entre suspiros por el inmenso calor y los intentos de apartar su largo cabello atado en dos altas coletas para que no le molestaran, se quitó la ligera chaqueta que llevaba puesta y quedó reluciendo su top de oscuros tonos que hacía juego con sus jeans, le importaba poco si alguna profesora venía a reprocharle por exponer ''tanta piel'' según ellos.

—Te dije que debía de haber esperado adentro —unas palabras nada benévolas sonaron en su dirección. Su mejor amigo había aparecido a su lado con una botella de agua en manos que le ofreció el mismo instante que se sentaba —Toma —la chica cogió el obsequio con ímpetu —Solo me falta que te diese un ataque y tuviera que cargarte o algo —musitó, sin embargo, sus iris de color índigo habían detenido su atención en algo mas, o conforme notó Mona, alguíen mas.

—El ataque te va a dar a tí como sigas siendo un cobarde y no te acerques a hablarles —gestionó hacia los dos chicos que estaba observando Scaramouche. Ante la mueca de su amigo se encogió de hombros y siguió atenta a las cartas —Puedo decir que tenéis muchas similitudes a primera vista —comenzó a dictarle, comenzando la misma conversación que tenían cada vez que Mona le pillaba a Scaramouche viendo a sus dos crushes, que él consideraba inalcanzables —Si tan solo me dejaras leerte...

—Ah, ya vamos de nuevo —se echó para atrás apoyando su espalda en el incómodo escalón —¿Qué siempre tienes con las vidas amorosas de los demás? —cuestionó cerrando los ojos por culpa del sol que caía en su cara.

—No es eso —se defendió la chica guardando tanto las cartas como la botella en la mochila tirada al lado de sus pies —Es que tu eres un amargado —soltó sin un atisbo de vergüenza —Año dos mil veinte y tres y tu sigues aquí —le reprochó —El poliamor ya no es tan raro en nuestros días.

—Ya callate —demandó Scaramouche y se sentó bien a la vez que volvía a atender a los dos chicos que estaban en el campo de fútbol.

—¿O te preocupa tu sexualidad? —comenzó a hablar una vez más —Si hasta Aether y Xiao casi están saliendo menos deberías de preocuparte tú —toda la escuela sabía de qué los dos chicos habían tenido varios encuentros, no obstante, ninguno de ellos había confirmado nada respecto a su noviazgo. Al igual cada uno de los jóvenes que había sido envuelto en el curso del año pasado eran conscientes del porque esos dos generaban tanta polémica.

—¿A mi que me importa que hagan esos dos con sus miserables vidas? —Mona se rindió, entendiendo que, como de costumbre, no lograría darle ese empujón que su mejor amigo necesitaba.

—Como quieras —dijo como si Scaramouche se estuviera perdiendo el mejor consejo de su vida —¿Tienes idea de cuándo vendrán los otros? —le preguntó volviendo a mirar las redes y revisando sus mensajes en busca de alguna pista.

—¿Parezco su niñera o algo? —el peli morado chico se volteó para poder ver la reacción de Mona, quien como él había predicho, hizo una burla repitiendo sus palabras. 

08.03.2023

En busca de uno mismo / Prólogo / NC-21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora