Ropa, citas y la decisión correcta

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Primera parte

La habitación constituía de los muebles justos y necesarios, un tipo de cuarto que cualquier minimalista envidiaría tener: una cama que en ese momento se encontraba escondida bajo un montón de ropa de diversos colores, un armario con perchas vacíos colgando en el interior y una mesa en la que se posiciona un teléfono que no dejaba de emitir sonidos al llegar nuevos mensajes. En medio de todo ese desastre, aunque muchos pensaran que este comportamiento fuera normal en un adolescente, estaba parado un joven que parecía haber pasado toda la noche en desvela solo para arruinar su cuarto de esa manera suya tan inusual. En realidad Aether era el más cuidadoso y organizado de los dos mellizos, en comparación con Lumine, quien podía andar por su piso en una camiseta manchada y el cabello hecho un desastre, él mantenía su ropa casi impecable y el cabello recogido en una trenza la mayor parte del día. Ese momento era uno de los pocos en donde se podía observar al risueño Aether de suaves facciones hecho un caos, y ser la viva imagen de la palabra: catástrofe. Por lo general el adolescente tenía el tipo de rostro que le generaba una sonrisa a quienes hablaban con él, y al marcharse de seguro pensaban ''Que joven tan apuesto y dulce''

—¡Lumine! —llamó a su hermana con un ahogado grito que expresaba su desesperación. De inmediato se oyeron pasos que indicaban que su melliza había salido del cuarto que se encontraba en la otra punta de su pequeño apartamento: un salón atado a la cocina, un solo baño y dos habitaciones que les permitían disfrutar de la privacidad en la que, de igual manera, nunca tuvieron excesiva necesidad.

Al entrar por la entreabierta puerta la expresión de la cambió en una mueca de burla que le hizo suspirar a su hermano con cansancio. Los rubios rizos que caían a ambos lados de la cara de Lumine fueron echados para atrás en cuanto la chica se agachó para agarrar el pantalón que había estado obstruyendo la entrada, a continuación la chica lanzó la prenda a la cama y se quedó en espera de lo que fuera a decir su hermano.

—Me estoy muriendo en este momento —exageró Aether mientras dejaba su cuerpo caer en la descuidada cama.

—No te entiendo —comentó Lumine dando un vistazo a la habitación —No es nada más que una cita —le restó importancia apoyándose en el abierto armario.

—¿A si? —le dió una mirada de incredulidad —Childe, Ayaka, Diluc... —comenzó a contar en sus dedos con detenido interés, generando un bufido por parte de su hermana. Lumine había tenido un encuentro con cada una de esas personas, según recordaba Aether, la chica no había tenido menos estrés que él, en cuestión, todas las veces que salió tuvo que ir a comprar nuevos atuendos ya que le parecían inapropiados los demás, lo que quiere decir que Aether tuvo que participar en ese proceso sin siquiera haber tenido la opción de negarse.

—Esta bien, esta bien —se rindió la del corto cabello —Pero igualmente —captó la atención de Aether —No creo que le importe mucho a Xiao lo que lleves —realizó un gesto con su mano —Apuesto a que aunque vengas con una bolsa de basura le valdría.

—Eso no me ayuda —constató Aether y volvió a ponerse en pie para mirar su ropa desde una nueva perspectiva.

—Como quieras —de repente un top de amarillos tonos atrajó el interes de Lumine por lo que la adolescente fue a levantarlo entre las otras piezas —¿No es este tu favorito? —preguntó retórica y sonrió al obtener una respuesta afirmativa por parte de su hermano —Pues ya está —sentenció —¿Cual mejor idea que ir a esa cita con la ropa que más te gusta? —alentó.

—¿Tu crees? —preguntó Aether sin estar del todo seguro. Al fin y al cabo Xiao era alguien bastante diferente de Aether, por eso el chico de la rubia trenza se encontraba tan preocupado: no quería, bajo ninguna circunstancia, hacerle a su acompañante sentirse incómodo, ello también se refería a su apariencia. No obstante, las palabras de su hermana parecieron quitar esa niebla que había estado esparcida en su adolescente mente que se dedicaba a deformarlo todo; no importa como vaya con tal de que sea el mismo —Tienes razón —asintió cogiendo la prenda.

—¿Ves? —Lumine se puso feliz al haber podido ayudar a su hermano —Que te vaya bien —dijo dispuesta a salir por la puerta, pero, se paró en el último instante para darle una mirada a Aether —Oye —le llamó —No olvides los preservativos —se rió escondiéndose justo a tiempo de algún trapo que había sido lanzado por su hermano. 


30.01.2023


En busca de uno mismo / Prólogo / NC-21Where stories live. Discover now