C A P Í T U L O | 41

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Me desperté con una sensación de cosquilleo en mis mejillas, como si pequeñas hormigas saltaran por mi piel pero se detuvo inmediatamente cuando me dí la vuelta, una risa sonó desde arriba de mi cabeza mientras me presionaba contra un pecho duro pero reconfortante.

"Buenos días" murmuro tratando de contener el bostezo causado por el sueño.

"Mhmm" murmuró Hyunjin acercándome a él con el brazo alrededor de mi cintura "Buenos días, cariño".

Sonriendo contra el pecho de Hyunjin por ese nombre forcé mis ojos para abrirse y mirar fijamente a mi novio, a través de la neblina de mi visión imperfecta pude ver que los ojos de Hyunjin estaban cargados de sueño y su cara un poco tallada, su boca estaba levantada en una sonrisa perezosa mientras lentamente recobraba la conciencia.

"Te levantaste antes de lo habitual" comenté alejándome un poco de él para frotar mis ojos "¿Algo anda mal?".

"¿Algo tiene que estar mal?" Preguntó Hyunjin resoplando mientras su cuerpo se flexionaba para apoyarse con un brazo doblado y con la cabeza acunada en su mano, rodando mis ojos busqué por unos momentos para agarrar mis lentes; la hermosa cara de Hyunjin pronto se aclaró.

"Nunca te levantas antes de las nueve, mucho menos delante de mí así que discúlpame por sospechar" le dije sentándome en la cama para mirar el reloj, eran solo las 7 de la mañana y la alarma de mi teléfono aún no había sonado. Hyunjin solo se rió de mis palabras acercándose más a mí para poder recostar su cabeza en mi regazo con su cabello oscuro rozando mis músculos, la sonrisa de Hyunjin se desvaneció cuando sus manos trataron de acariciar mi rostro y probablemente notó la oscuridad debajo de mis ojos.

A pesar de haberme despertado en un estado sereno, la noche en si no había sido muy agradable pues mis sueños habían sido turbulentos, una pesadilla implacable en la qué seguía corriendo tras la sombra de mi padre mientras los sollozos de mi madre se arrastraban detrás de mí y las maldiciones de rachel me pisaban los talones. Cuando finalmente alcancé la espalda de mi padre él giró hacia mí pero antes de poder ver su rostro la imagen cambió y ahora estaba en medio del pasillo de la escuela entre un mar de cuerpos sin rostros pero a pesar de que no tenían caras pude sentir sus ojos sobre mi, nuevamente estaba corriendo mientras un coro de voces me gritaba.

"Maricón" gritaron; entre la multitud de imágenes sin rostro algunas personas destacaron entre la multitud. Karen, Parker, Leo y lisa se burlaron de mí desde un lado con sus caras llenas de disgusto, corrí y corrí mientras mi garganta se sentía seca al gritar una palabra fuertemente.

Un nombre.

Hyunjin.

Y luego de repente la pesadilla terminaba y me despertaba jadeando con los ojos húmedos, cuando despertaba con sus brazos alrededor mientras su pecho subía y bajaba constantemente, con su corazón latiendo a través de su camisa; el pánico disminuye y el miedo terminaba.
Hyunjin se había despertado la primera vez mientras mis dedos se aferraron a su camisa lo suficiente como para sacarlo de sus propios sueños, había murmurado palabras reconfortantes para mí con una voz ronca y medio dormida pero teñida de preocupación, su voz cada vez más distante a medida que me acostaba de nuevo. Cuando me desperté por segunda vez Hyunjin estaba profundamente dormido y no tuve el corazón para despertarlo, en cambio me presioné contra él y eso fue suficiente.

Él siempre sería suficiente.

Pero ahora Hyunjin podría deducir claramente qué después de quedarse dormido la primera vez, no fue lo mismo para mí.

Entre Sabanas | Hyunlix ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora