"Dirigió su mirada a mí y ahí lo pude ver bien, tenia unos ojos rasgados tan hermosos, perecían los de un gatito, sonrió, tenia una sonrisa tan hermosa y única, en sus mejillas se formaban unos hermosos hoyuelos que lo hacían lucir demasiado tierno...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
•⌑𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐒𝐓𝐀⌑•
—Creo que desde que te conocí he comido más magdalenas que en toda mi vida —le confesé a Jungwon
Estábamos frente al lago mientras comíamos magdalenas
—Ya se ha vuelto costumbre
—¿Sabías que te conocí gracias a que estaba pintando con hambre? —confesé y el chico a mi lado me miró sorprendido y yo asentí con una sonrisa— apenas había llegado al pueblo, estaba pintando cuando llegó la señora Kim, yo había estado pensando en mis hermanos, y Sunoo siempre se me recordaba a una magdalena, la señora Kim escuchó mi pansa gruñir y como buscaba mi aprobación me preguntó que quería comer
—¿Y dijiste magdalenas por que estabas pensando en Sunoo? —dijo y asentí sonriendo, pero al ver su ceja alzada y su cara seria dejé de sonreír— que poco romántica
—Oye no te quejes —dije abrazándolo— cuando tengamos hijos tendremos una linda anécdota que contarles
—¿Qué su madre conoció a su padre porque tenía hambre? —preguntó riendo
—Descuida, también podremos decirles que su padre me hizo pensar que le gustaba otra persona
—O que su madre no me dejó explicarle
—O que su padre siempre me recordaba que éramos amigos cuando yo estaba enamorada de él
—O que su madre me mostró la carta que alguien más le había escrito
—O que su padre... —no se me ocurría nada, él me había sonreído borrando todo de mi mente
—Anda, ¿O que su padre qué? —dijo subiendo y viajando las cejas con una sonrisa burlona
—No me provoques Yang
—¿Se te olvidó todo amor?
—O que su padre le puso algo al pan para que me enamorara de él —no me iba a dejar ganar, no si estaba haciendo trampa usando sus encantos
—¡Eso no es verdad!
—Pero te aseguro que me creerán
—Claro que no, me creerán a mi
—Yo seré quien los lleve en la barriga por nueve meses, me creerán a mi —reclamé sobando mi barriga
—Yo podré hornearles pan cada mañana
—Yo podré hacer retratos suyos pintados
—Yo podré cocinarles sin quemar la cocina —y ahora menos me dejaría ganar, me había dado en la espina del coraje
—Yo podré enseñarlos a saber cuándo se hermano miente
