"Dirigió su mirada a mí y ahí lo pude ver bien, tenia unos ojos rasgados tan hermosos, perecían los de un gatito, sonrió, tenia una sonrisa tan hermosa y única, en sus mejillas se formaban unos hermosos hoyuelos que lo hacían lucir demasiado tierno...
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•⌑𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀⌑•
—¡Me gusta me gusta me gusta! —gritaba mientras saltaba por toda la habitación
—¡Puedes callarte! —Entró mi hermano de la nada— ¡Sunoo está molesto conmigo y por estarte prestando atención se equivocó y me reí de él, ahora no me quiere ni ver! —apenas terminó de hablar se tiró al piso para respirar bien, me había dicho todo gritando y tan rápido que pensé que se pondría a cantar
—¿Ahora que hiciste?
—Ni yo sé —dijo aún desde el suelo— Te hice caso y le pregunte por sus sentimientos pero creo que no le gusto la pregunta
—¿Cómo se lo preguntaste?
—¿Cómo que como? Le dije, ¿como te sientes? —le lancé lo primero que encontré que para su suerte fue un cojín
—¡¿Eres idiota?!
—Eso siempre me lo afirma Sunoo
—¿Por qué está enojado ahora? —Dejé de lado el tema de tener un hermano lento
—Una chica me envió una carta junto con una caja de chocolates, me gusta mucho el chocolate así que comí uno y lo escupí por que tenía menta se los dí a Sunoo y se puso a gritar que yo era un inconsciente que solo jugaba con los sentimientos
—Que fuerte —dije sorprendida, me sorprendió lo de los sentimientos de Sunoo, pero que haya más personas enamoradas de mi hermano es algo que jamás imagine
—Eso fue en la escuela, hace rato recordé la carta y me dio curiosidad ver que tenía adentro, he visto que se pasan chismes en papeles y últimamente inventan cosas de todos, quería saber si decía algo sobre mi, pero Sunoo se enojó de nuevo, me dijo que la tirara o la leyera cuando él no estaba, que no quería saber lo que decía, yo le dije que no me tomaría ni cinco minutos leerla, se enojó y desde ahí no había parado de gritarme hasta que tú comenzaste a hablar en lenguas extrañas, gritas más fuerte que él así que se trabó en hablar y me reí, no pude evitarlo, así que comenzó a pegarme con su cepillo y ya no quiere abrirme la puerta
—¿Y que decía la carta?
—No sé, no alcancé a leerla y se me quedó en su cuarto, ahora tú ¿por que gritabas? —dijo sentándose en el suelo y señalandome con la cabeza
—Me... —fui interrumpida por los golpes furiosos en mi puerta
—¡Nishimura sal de ahí! —era Sunoo
—¿Te habla a ti o a mi? —pregunté
—No sé pero por seguridad ve tú —dijo mi hermano escondiéndose
Hice caso abrí la puerta y ahí estaba Sunoo quien me vió y sonrió
