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¡ Maratón 1/2 !
CHAPTER NINETEEN; forbidden connection
Kiri, Tuktirey y Hope estaban en la choza de los Sully sentadas en un círculo. Se habían levantado temprano ese día para recolectar piedras y conchas suficientes como para hacer varios collares, pulseras y tobilleras. Ahora las tres estaban realizando diferentes accesorios, algunos para ellas mismas y otros para obsequiar.
–Hope, este es para ti–dijo Tuk, extendiendo una pulsera en su dirección.
La joya estaba hecha de muchas piedrecitas blancas y cafés a los costados, y el centro era decorado por la piedra que la niña le había enseñado días atrás. Aquella piedra blanca con detalles celestes.
–Muchas gracias, pequeña–agradeció–. Es bellísima.
Luego la muchachita continuó entregándole un collar a su hermana mayor. Estaba compuesto por piedras celestes y violetas que resaltaban preciosamente con la piel de la joven.
Los minutos pasaron y las tres ya habían terminado con su cometido, por lo que ahora simplemente estaban conversando sobre cosas triviales, aunque sus bromas hacia la albina por su relación con Neteyam no se quedaron atrás.
–Chicas, ¿han visto a Lo'ak?–el recién mencionado entró en la tienda.
–No lo he visto en todo el día–informó Hope y sus amigas asintieron también–. ¿Qué sucede?
–Yo tampoco lo he visto, y no lo encuentro por ninguna parte–admitió.
El sitio quedó en total silencio tras lo dicho por el Omaticaya, sin embargo, no duró mucho pues Tsireya y Aonung aparecieron.
–Fue con Payakan–sentenció su hermana, alertando a todos.
Por petición de la rizada, los adolescentes tuvieron que mantener la calma, puesto debían confiar en el juicio de Lo'ak. Si él regresaba con el Tulkun era porque sabía que no le haría daño, ¿no?
Tras unos minutos de meditación, llegaron a un acuerdo. Seguirían al muchacho, pero se mantendrían alejados a una distancia prudente y se acercaron sólo de ser necesario. Querían ayudar, mas no invadir el espacio del chico con su nuevo amigo.
Después de buscar por todas partes, finalmente salieron del arrecife y casi al instante encontraron al Omaticaya con Payakan. Al parecer tenían una conversación a base de señas y sonidos extraños por parte del animal. Estaban escondidos detrás de unas algas cuando, sin poder ser premeditado, el Tulkun abrió grande su boca, invitando a Lo'ak a ingresar. Aquello alertó a Neteyam, quien intentó entrometerse en la situación, sin embargo fue detenido por Hope y Tsireya, pues hacer eso podía ser aún más peligroso.
