La chica que se encontraba sentada vino corriendo a saludar a Fede

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La chica que se encontraba sentada vino corriendo a saludar a Fede. -¡Finalmente volviste Fede! ¿Trajiste la-. Fede le tapó la boca con un rápido movimiento de manos, causando que Marionnette retrocediera. Acto seguido, le comenzó a hacer señas con las manos. -Oh... Lo comprendo, al menos aquí estará seguro-. Félix la miro confundido ¿Seguro de que?. Fede agarró la camisa de Félix y comenzó a jalarla con fuerza, dando a entender que quería que le siguiera. -¡Con calma hombre! Poco más y me ahogas-. Expuso Félix con algo de molestia. El albino pasó completamente de sus palabras, y finalmente se adentraron al circo. Para verse demacrado por fuera, se veía mejor por dentro. Era enorme, y para sorpresa de Félix estaba repleto de personas, cada una más rara que la otra. Mientras se adentraban en lo profundo del lugar casi que corriendo, Félix observó a algún que otro integrante del lugar. Un chico se encontraba vomitando pétalos cerca de un poste de luz, apenas se me veían los ojos. También pasó muy cerca de su cara una chica que parecía que sangraba caramelo, tenía una extensa coleta amarrada a su largo cabello dorado, y llevaba un tutú curiosamente de un color parecido a su cabello. -"Cuantos personajes, cada uno más raro que el otro"-. Pensó el peli-rosado, mientras por alguna extraña razón, una pequeña sonrisa se formaban en su rostro, pero no tardó en borrarse cuando apareció corriendo un cuerpo partido a la mitad en frente de los chicos.

 Pensó el peli-rosado, mientras por alguna extraña razón, una pequeña sonrisa se formaban en su rostro, pero no tardó en borrarse cuando apareció corriendo un cuerpo partido a la mitad en frente de los chicos

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-¡SANTA MADRE EL TEKE TEKE!-. Gritó Félix, causando que el albino volteara y lo agarrara del cuello. -L-lo siento... Fue sin querer...-. Dijo Félix con la voz medio cortada. Fede le puso un dedo en frente de su cara, como queriéndole decir que a la próxima le volaba los sesos. Finalmente, después de caminar por unos minutos, Fede alzó una manta rota que colgaba del techo del lugar, y lo adentró hacia una sala donde se podía ver a un... ¿Chico?¿Chica?¿Cosiendo? Félix no sabía bien que era. -Espero que al menos este sepa cantar-. Expresó la persona de la habitación, girando lentamente hacia Fede y Félix, el cual notó que tenía la misma marca como la chica de la entrada, pero esta vez del otro lado. El albino le contestó al sujeto con lenguaje de señas. -Tendrás que presentárselo a X.O.R primero, no crees?-. Fede volteó la mirada a otro lado, dando una seña de enojo. A todo esto Félix seguía intentando averiguar el género del individuo. -Ya lo sé Fede, se que X.O.R suele tirar a la mayoría de los que traes, pero noto un aura especial en este chico-. Acto seguido, se arrimó a Félix para verlo mejor. -Yo lo colocaría como "Prostituta"-. Expresión mientras recorría su mano en la garganta de Félix, provocando que retrocediera unos pasos. Fede aparto al individuo mientras le hablaba con señas. -Venga ya, no me digas que estás enam-. Su oración fue interrumpida por un pisotón en el pie. -¡Agh! ¡Vale vale! Ya me callo...-. Expuso adolorido mientras se agarraba el pie. Acto seguido volteó hacia la mesa donde estaba trabajando y señalo hacia la derecha. -Pasillo 3, puerta 115-. Comentó el individuo. Fede no se paró a pensar y en seguida tomo a Félix de nuevo por la camisa y lo llevo en la dirección donde la persona le indicó. -¡Gusto en conocerte!-. Expulsó el peli-rosado mientras se incorporaba a los jalones que le hacía el mayor.

-¿Tienes que ser tan violento? ¡Ni siquiera me presenté!-. Fede no le contesto. -Olvidaba lo comunicativo que eras...-. Suspiró Félix entre refunfuños. Caminaron hasta que dieron vuelta en tres pasillos distintos, el local era realmente grande. Finalmente pararon en la puerta número 115. -¿Me estás diciendo que aparte de ser un circo también es un puñetero hotel?-. Comentó Félix, y como respuesta, Fede asintió. -Vale, ahora lo entiendo, estoy en el puto infierno, y me mataste tú en la pizzería ¿Verdad?-. Reclamó el peli-rosado sarcásticamente. El albino abrió la puerta de una patada, provocando un susto en el menor. -¿Que te pasa? ¿No te enseñaron a cuidar las cosas?-. Le criticó Félix, con una mueca de molestia. El mayor se adentro junto con el peli-rosado a la pequeña habitación. El lugar estaba casi vacío, había pósters de espectáculos, pero todos tenían la cara arrancada. También había un colchón en el suelo, junto a una especie de mesa con una manta rota por encima. -"Se ve más cuidado que la pizzería"-. Se dijo Félix a si mismo. Acto seguido, Fede sentó a Félix en el colchón, y comenzó a escribir.

"Mañana tendrás que presentarte al público, solo tienes una oportunidad así que hazlo bien."

-¿Hacer bien? Ni siquiera sé que hago aquí, ¿Que tengo que hacer? ¿A quienes me presentaré?-.

"Te presentarás a X.O.R y a su amado público, te dejé el papel más fácil de todos, no falles por favor."

-¿Que papel?¿Quién es X.O.R? Eres el couch más inútil que he visto...-.

"X.O.R es el dueño de este lugar, nos protege de los demás a cambio de entretenerlo, es un ser inmortal, no puede morir así que se aburre bastante".

-Muy bien, estoy drogado-.

"Tu papel será el de Tragasables".

-¿Me estás vacilando no? Ya te dije que no haré eso-.

"Es el menos doloroso, y el más fácil de hacer".

-Chico, si me metes una espada en la garganta lo más probable es que muera desangrado-.

"En este lugar nadie muere, es una de las cualidades de vivir junto a X.O.R"

Félix dejó escapar un leve suspiro, mientras analizaba su alrededor. Sabía que estaba condenado a vivir ahí por el resto de su vida, no había forma de escapar, y más si ese supuesto X.O.R existía. No le quedaba otra opción que quedarse ahí y obedecer lo que su captor quisiera. -¿No tengo ninguna otra opción verdad?-. Suspiró Félix, volteando a ver a Fede.

"También podrías ser un sujeto de pruebas para Magic"

-¡Perfecto, el papel de Tragasables me queda impecable!-. Expuso el peli-rosado. El albino le devolvió una leve sonrisa, y acto seguido le escribió.

"Descansa, lo necesitarás para mañana, al despertar ensayaremos, y te mostraré el lugar, los shows siempre se dan a las 12 de la noche".

-Entendido ruiditos-. Dijo Félix, y acto seguido se acostó en el colchón, cayendo dormido casi al instante, pues el largo viaje lo había agotado bastante.

 Dijo Félix, y acto seguido se acostó en el colchón, cayendo dormido casi al instante, pues el largo viaje lo había agotado bastante

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