Capítulo 8

1.1K 129 209
                                    

Isis miraba con desprecio a Seth, pero no negaba que había estado preocupada por él, quizás se debía a todos esos recuerdos que aún prevalecian de ellos cuando todo estaba bien.

Volvió a negar mentalmente, no había tiempo para sentimentalismos, debía de actuar ya.

— Seth...

Intento decir algo, pero fue interrumpida.

— ¿Qué demonios están haciendo, aquí? — preguntó con enfado el dios del desierto. No estaba para nada contento de verlos al menos no tan pronto.

— me temo que no puedo responder a tu pregunta. — contesto Isis, mientras un Thot a su lado se tensaba por su indiferencia con el pelirrojo. — sólo tienes saber que estamos aquí para llevarte de regreso a Egipto

— ¿Por qué debería volver? ¿No sé supone que fui exiliado? No tengo porque regresar a un lugar donde ya no pertenezco...

Isis suspiró ya había visto venir la oposición de su hermano, aunque eso no quitaba que su rebeldía le molestaba.

— no hay tiempo para darte explicaciones, ¡Por una vez en tu vida obedece!

— Isis... N-no creo que sea la manera de hacer las cosas...

Thot estaba un poco nervioso por como se estaba dando todo, sabía que Isis podría tener poca paciencia y Seth siempre había encontrado la manera de irritar a su hermana mayor. Rogaba el dios de la Sabiduría porque no se recorriera a usar la fuerza.

Anubis y Horus por el momento se habían mantenido callados para así darle a Isis la oportunidad de hablar con Seth lo cual no estaba saliendo para nada bien, todo indicaba que tendrían que usar la fuerza.

Horus no podía con la emoción de por fin volver a ver a su adorado tío, por fin se había quitado un peso de encima... Parecía estar bien, salvo la ropa rara y el corte de cabello parecía estar sano y salvo. Había tenido que contener el impulso correr para abrazarlo porque no sabía si era el momento y tampoco quería que lo viera como una amenaza.

Por otro lado, Anubis también estaba contento porque su padre vivía aunque aún le guardaba cierto resentimiento por lo que había hecho. Quizás no podía perdonarlo, todavía no, pero si accedía a volver y les demostraba con acciones que cambiaría estaría dispuesto a darle una oportunidad para que volvieran a ser una familia.

— ¡Maldita sea! ¡Te estoy diciendo que puedes volver a Egipto! Todos están de acuerdo

— ¿A cambio de que? ¿Cuánto me costará el volver? — sabía que todo tenía un precio, no me extrañaría que Isis le pusiera condiciones.

— eso se discutirá una vez estemos en casa, pero no hagas las cosas más complicadas

— ¡Ya dije que no tengo intenciones de volver! ¡Ese ya no es mi hogar!

— papá, por favor... — está vez trato de intervenir Anubis, pero no pudo decir nada más ya que las cosas no parecían ir por buen camino.

— no me hagas reír no creo que quieras quedarte en un lugar desconocido y sólo. — comentó Isis casi con burla.

Seth miró de manera frívola a la diosa de la magia, desde ese noche ella buscaba alguna manera de herirlo, pero no más. No se lo iba a permitir.

Comenzó a retroceder de manera disimulada, su hermana estando enojada no prestaba atención a lo que sucedía a su alrededor. Esta por su parte seguía diciéndole unas cuantas cosas a las cuales no presto atención, solo quería salir de ahí lo más rápido posible y refugiarse en algún lugar y luego pensar en un nuevo plan

Nueva Vida (Ennead)Where stories live. Discover now