Capítulo 24

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Cuando Ben les dejó libres caminaron callados por la calle. Iban en silencio, pero no un silencio incómodo, sino en un silencio lleno de preguntas internas, que intentaban contestar buscando en su interior.

—¿Y qué haremos ahora? —preguntó Jungkook rompiendo el silencio y expresando una de sus dudas.

—¿A qué te refieres? —respondió Jimin.

—A nosotros, a cómo debemos actuar ahora, cómo lo haremos... —aclaró Jungkook.

—Bueno, podemos vernos después de clase... Hacer cosas juntos... —sugirió Jimin.

Jungkook soltó una carcajada.

—¿Algo así como citas? Qué raro es todo esto... —dijo Jungkook riendo.

—Bueno, no tienen por qué ser citas exactamente, idiota —gruñó Jimin.

—Vale, vale, por mi bien... —Jungkook miró a su alrededor—. Bueno, mi casa está por aquí ya... —dijo Jungkook para despedirse.

—Ya bueno, te acompaño —respondió Jimin mientras seguía caminando.

—No, no, no. ¡No hagas eso! —dijo Jungkook deteniéndose.

—¿Que no haga qué? —preguntó Jimin desconcertado.

—Asumir el papel de hombre. ¿Que me acompañas a casa? Eso significa que yo soy la mujer, ¡y de eso nada! —protestó Jungkook.

—¿Qué? ¡No asumo nada! Solo... quiero ver dónde vives... Nunca he visto tu casa

—explicó Jimin.

—Ah... Pues tampoco hay mucho que ver —Jungkook no quería que Jimin viera su casa. A diferencia de la del rubio, la suya no era ningún palacio con piscina—. Mi casa no es como la tuya...

—Bueno, eso ya lo sabía —dijo con soberbia.

Jungkook puso los ojos en blanco, aunque se hubiera sincerado y hubiera declarado sus sentimientos por él, seguía siendo Jimin.

—Está bien, ¡pero nada de burlas, eh! —le advirtió Jungkook.

—Haré lo que pueda... —dijo Jimin con una sonrisa. Jungkook le miró severamente—. depende de cómo sea, si son cuatro palos obviamente me reiré.

—Bueno, no son cuatro palos...

Llegaron hasta la casa de Jungkook. Jimin la contempló, tenía un piso, con un pequeño jardín rodeado por una verja metálica. Luego miró a Jungkook.

—Tampoco es tan horrible, ya me estaba imaginando que vivías en una charca — dijo quitándole importancia al asunto.

—Bueno, ¿y quieres pasar? —preguntó Jungkook.

—No puedo, tengo que llegar pronto. Mi padre no sabe que me castigaron... — dijo fulminando con la mirada a Jungkook, culpándole por el castigo.

Jungkook esbozó una sonrisa socarrona.

—Pero al final ha merecido la pena.

—Sí, bueno... —dijo poniendo los ojos en blanco.

Después miró a su alrededor para comprobar que estaban solos y se acercó a Jungkook. Jimin iba con pies de plomo asegurando cada paso, pero Jungkook le agarró de la camiseta y le acercó besándole sin problemas. Se apartaron lentamente.

—Por aquí no pasa nadie —dijo dirigiéndose a su casa.

—Es bueno saberlo... Bueno, hasta mañana —dijo sonriendo y se dio la vuelta, pero antes pudo ver como Jungkook le guiñó un ojo.

enemies to lovers [Jm + Jk] EDITANDO...Where stories live. Discover now