Capítulo 21

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Se despertó cuando escuchó a Namjoon preparándose para marcharse. Se hizo el dormido, no quería escuchar los consuelos de Namjoon, ya había tenido suficiente con lo de anoche. Él solo quería dormir, pero sus amigos no paraban de maldecir a Jimin y repetir lo importante que era para Jungkook ir al museo. Nadie lo sabía mejor que Jungkook, pero el repetirlo hacía que le hirviera más la sangre. Namjoon se asomó para ver si dormía, y después se marchó sin hacer ruido al cerrar la puerta. Le habían prometido que intentarían convencer a la señorita Fellon para que le levantara el injusto castigo, pero al ver que a las nueve nadie llamó a su puerta supuso que no había resultado.

No se movería de la cama en todo el día, ni pensaría en lo que estaban haciendo los demás. Quería dejar la mente en blanco. "Lo que daría por tener mi guitarra...", pensó Jungkook. La música era su mayor desahogo, componía para expresar todo lo que le atormentaba, todo lo que le hacía feliz... Puede que fuera algo un poco vacío, tener de confidente a su guitarra, a la música, pero sinceramente para él era la mejor compañera. Antes las cosas no eran así, tenía alguien a quién contar todo, llorar en su hombro y contar las maravillas que había experimentado en aquel día. Su madre. Siempre habían contado el uno con el otro.

Jungkook se despertaba con los cosquilleos que le hacía en la tripa, pasaba el día junto a ella, cantaban juntos las canciones que escuchaban en la radio, veía a las grandes estrellas cantar en la televisión rodeado por sus brazos y lo último que oía en el día, eran las notas que emitía al cantarle para que se durmieran. Pero eso fue hace mucho tiempo, antes de que comenzara a traer hombres a casa. A Jungkook no le importara que saliera y conociera a alguien que la completara de una manera que él no podía, pero sus elecciones eran pésimas. Cuando Jungkook tenía doce años llegó el primero, un tipo que en un principio parecía cariñoso y atento con su madre. No era muy amable con Jungkook pero si a su madre le hacía feliz a él también. Pasaba mucho tiempo en su casa y un día Jungkook descubrió que cogía dinero de su madre, seguramente para comprar drogas o emborracharse. Cuando Jungkook fue a contárselo, el tipo le acusó de mentiroso y de ser él el que robaba dinero. Su madre creyó al hombre, pensando que Jungkook solo quería rompiera con aquel tipo para tenerla solo para él.

—Jungkook, no eres más que un crío... Montar todo esto por...

—¿Yo? Yo no he montado nada mamá, le vi. Y seguramente se gaste el dinero en...

—¡Basta! —gritó su madre—. ¿Es que acaso no quieres que sea feliz?

—Claro que quiero mamá, pero ese hombre...

—Si de verdad quieres que sea feliz, crece Jungkook, no eres más que un niño egoísta... —dijo su madre llorando—. Permíteme ser feliz.

Al escuchar aquellas palabras de su madre se le rompió el corazón. Es cierto que ella lo pasó mal con la muerte de su padre, que falleció nada más nacer Jungkook. Quedó sola a cargo de un niño pequeño sin esperanza de encontrar a otro hombre. Jungkook se prometió no volver a involucrarse, pero las siguientes elecciones no fueron mejor. Cada uno iba siendo aún peor que el anterior, y Jungkook odiaba ver a su madre volver a tropezar en la misma piedra una y otra vez, pero sabía lo que le diría si se metía. Prefirió alejarse y no sufrir más viéndola hundida por amor. Aun así le gustaba recordar los buenos momentos, en los que solo eran una madre y un hijo que se querían. Guardaba en su cartera una foto que miraba muchas noches antes de dormir. Tumbado en la cama de aquella habitación de hotel, sintió unas fuertes ganas de hablar con ella. Empujado por ese impulso cogió el teléfono y marcó el número de su madre. Cada pitido se hacía un mundo para Jungkook. Al tercero descolgaron el teléfono.

—¿Sí? —respondió un hombre, aquel Michael con el que estaba saliendo ahora. Jungkook no respondió—. ¿Quién coño es?

Jungkook colgó el teléfono, había sido una mala idea, una muy mala idea. Las cosas eran así y no iban a cambiar, pensó Jungkook. Se volvió a meter en la cama y se tapó con la sábana pensando en no salir de allí en todo el día.

enemies to lovers [Jm + Jk] EDITANDO...Where stories live. Discover now