Capítulo 2: Un ejemplo a seguir

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Abrí los ojos, me levanté pesadamente de mí cama y bostecé. No me molesté en tender la cama o en recoger mí cuarto, fui a ponerme unos jeans y una camisa blanca pegada a mi pecho con una sudadera gris. Peiné un poco mi cabello y bajé lentamente las escaleras. Namjoon estaba ya abajo con su teléfono.

— Buenos días —Dijo él

— Hola —Dije sin verlo

— ¿A dónde vas? —Preguntó

— A la escuela, ¿a dónde más iría? —Levanté una ceja

— No, nada, olvídalo —Namjoon regresó a su teléfono

Agarré un pequeño paquete de cereales, mis llaves y salí de la casa. Comencé a caminar hacia el instituto

mientras escuchaba "Get Ugly" de Jason Derulo

— "Everybody lose control, let's get ugly, dysfunctional" — Canté en voz baja

Eso me animó un poco más. Llegué al instituto, no era la cosa más lujosa del mundo pero si estaba bien construido. Tenía grandes vitrales, terrazas y muchos árboles. Era naranja y bastante llamativo, tenía unos cuantos toques rústicos en cuanto a los detalles. Suspiré y entré por el gran túnel. Al pasar por los casilleros vi que el de Wendy estaba adornado con flores, cartas y velas. Había fotos de él y muchos regalos pequeños.

Es patético, la gente te odia cuando vives pero al morir, parece que el ser más gentil y caritativo del mundo hubiese muerto. Hipócritas, no hay nada más que me saque de quicio que la gente falsa. Bueno, la gente falsa y Jin. ¿Jimin y Jin? No, no me gusta. Sobre todo a porque a ambas nos dicen "Ji", bueno a mí

me dicen "el raro asocial" pero esa es otra historia. No sé qué le pasa a la gente, ¿Qué tiene de malo querer ser así?

Yo alejo a la gente por el simple hecho que odio tener compañía. Siempre es la misma historia, son amigos, te traiciona, cuenta tus secretos y adiós "mejor amigo favorito". ¿Qué tengo mente pesimista? No lo niego A la gente no le gusta lo directo que soy, digo las cosas tal cual son, me vale un carajo lo que piensen. ¿Te ofendí? ¡Ay lo siento tanto! ¿No te había dicho la verdad?

Chocar con nuestro famoso Jin hizo que volviera a la realidad

— ¿Fíjate no? —Reclamó con su típico acento francés. Que de hecho dudo que sea Francés, seguro sólo lo hace para presumir y llamar la atención — Te pregunté algo —Insistió mientras me clavaba sus ojos azules bastante claros. Le clavé la mirada y sonreí

— ¿Qué me disculpe? ¿De qué? ¿De que seas un pobre idiota que se cree el centro de atención? ¡Claro que lo siento! Pero no puedo hacer nada — Sonreí. Jin apretó su quijada pero no duró mucho ya que me dedicó una sonrisa bastante macabra

— Bien, se me olvidaba con quien trataba. No vales la pena —Me fulminó con la mirada como si fuera alguna especia de bicho extraño

Levanté los hombros y comencé a caminar pero Jin tomó mi brazo

— Suéltame —Dije sonriendo

— No, no terminé de hablar —Dijo apretando más mi brazo. ¿No que sí? ¡Qué bipolar!

— Qué pena, yo sí —Dije mientras torcía su brazo. Jin pegó un grito de dolor y tiró su café. Lo solté y el muy estúpido se resbaló con el pequeño charco y cayó en seco al suelo. Reí y salí corriendo mientras oía sus gritos detrás de mí.

Respiré hondo y seguí sonriendo. Deposité mis cosas en mi casillero y me dirigí a mi aula correspondiente. Sin embargo al ver la máquina de cafés funcionar de nuevo me detuve a comprar chocolate caliente. Lo sostuve en mi mano derecha ya que en la otra mano portaba los libros. Ahora si me dirigí al aula. No era la primera, así que tuve que sentarme casi hasta adelante para poder estar solo. La gente me volteó a ver de mala manera.

ASESINO DE PRINCESAS - yoonminWhere stories live. Discover now