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El vuelo fue largo y Rokuta no dejo de hacer preguntas durante todo el trayecto. Obviamente el niño estaba emocionado, no podia dejar pasar la oportunidad de conocer a una creatura tan interesante.

Sus hermanos le habian dicho que existian muchas clases de criaturas aterradoras afuera de su hogar pero Zenitsu no era así, aunque él también le aseguro lo mismo que sus hermanos, "hay muchas creaturas aterradoras en el mundo".

Zenitsu decidió que seria mejor aterrizar a una distacia prudente del pueblo que se distinguia desde la altura, su abuelo le habia advertido que los lobos y los vampiros eran enemigos y lo mejor era mantenerse lo más alejado de la otra especia para no generar conflictos innecesarios.

La verdad es que si no hubiera persuadido a su aniki mientras patrullaban los terrenos de que lo que se acercaba a su hogar era apanas un niño y que por su sonido no tenia malas intenciones él lo habria matado al instante.

En cuanto bajo a la cria de lobo de su espalda en niño miro confundido a su alrededor.

-Zenitsu-San, aún nos falta. -avisó el ojirubi -Ni siquiera hemos llegado al pueblo. -se quejo haciendo un puchero.

-Lo siento. -dijo el rubio tomando un respiro mientras volvia a su forma "humana", sus brazos se sentian cansados por el largo viaje -Pero no puedo llevarte más lejos, debes continuar por ti mismo. -anunció con algo de inseguridad, le encantaria poder acompañar al pelinegro hasta la puerta de su casa para asegurarse de que este bien, pero no podia.

-Pero... -Rokuta lo miro con tristeza -El sol no tarda en salir y tu dijiste que te hace daño. -le recordó.

Zenitsu miro hacia el cielo y noto que efectivamente el niño tenia razón.

-¡KYAAAAA! -gritó entrando en panico -¡VOY A MORIR! ¡MORIRE CALCINADO! ¡ROKUTA-CHAN! ¡¿POR QUÉ NO ME AVISASTE ANTES!? ¡AHHH!

El vampiro entro en panico y se doblo hacia atras mientras lloraba escandalosamente, espantando un poco al cachorro, quien dio un respingo ante el grito.

-¡Zenitsu-San! ¡Tranquilo! -pidió mientras tomaba una de las piernas del ojimiel, intentando que se parara de forma correcta para seguir el viaje -¡Prometo que no vas a morir!

-¡¿Cómo puedes asegurarme eso?! -chilló -¡El sol esta por salir y la casa de mi abuelo esta muy lejos, no llegare! ¡Es mi fin! ¡MI FIN! -aseguró.

Rokuta solto la pierna del rubio y camino hasta el otro extremo para agacharse y quedar cara a cara al mayor. El niño agarró las mejillas del vampiro y lo obligo a mirarlo a los ojos.

-¡Zenitsu-San! ¡No vas a morir! -aseguró con una convicción implacable en su voz y sonido calmando el llanto desesperado del mayor -¡Le pedire a mi familia que te dejen quedarte en nuestra casa! -avisó soltando las mejillas del ojimiel -¡De esa forma estaras a salvo! -dijo sonriendo con emoción.

Para Rokuta no era un problema grave de resolver, su familia era muy amable y siempre ayudaban a cualquiera de su manada.

-¡Rokuta-Chan! -sollozó el rubio dejando su extraña posición para luego girarse y ver al niño -Es muy amable de tu parte, pero dudo que a tu familia le agrade mi presencia, es más... ¡estoy seguro de que me descuartizaran en cuanto ponga un pie en su territorio! -anunció con angustia, los segundos seguian corriendo y el sol se asomaba en el horizonte.

-¡Mi familia no haria algo así! -exclamó el infante frunciendo el cejo mientras hacia un puchero.

-Rokuta-Chan, nuestras especies no se llevan bien -informó intentando ser directo para que el menor lo entendiera -, lobos y vampiros son enemigos desde tiempos inmemorables.

One-shot's. 2 [TanZen] Where stories live. Discover now