-Riley Hanks- escucho una voz masculina nada más entrar por la puerta de casa.
Me asusto, ya que a estas horas no debería haber nadie en casa. Trago saliva, esperándome lo peor.
-¿Sí, papá?
Pienso que me dirá "Ven aquí", pero es él quien se levanta del sofá y se dirige hacia mí. Se queda unos segundos callado, aniquilándome con la mirada.
-Qué sorpresa verte en casa tan temprano- rompo el hielo-, ¿cómo es que no estás trabajando?
-Que por qué no he ido al trabajo?- su tono suena más intimidante.
Ante él, me veo como una pequeña cierva que está a punto de ser cazada por un lobo.
-Qué has hecho con el puto coche- me dice.
-Necesitaba cogerlo hoy para ir al instituto.
-Y no me lo podías decir un día antes, ¿verdad?
-Es que ha sido un imprevisto.
-No he podido ir al trabajo porque el transporte público está inactivo hace días, y lo sabes.
-¿Y por qué no has ido con la bici?
-¿Eres tonta? Hay un buen cacho desde aquí hasta la oficina.
-Yo... lo siento- me disculpo.
-Bueno, está bien. No te preocupes- respira hondo y se aprieta la frente.
-Pero verás, he tenido un pequeño incidente- le explico, temblando de terror.
-¿Cómo? ¿A qué te refieres?
-Ehm...
Por unos momentos pienso en las consecuencias que podrían aplicarse sobre mí si le digo la verdad.
-Nada, que mientras conducía se me ha puesto el freno de mano y casi me chocan por detrás- le hago saber.
Realmente no le estoy mintiendo. Lo del freno ha ocurrido yendo de camino al instituto, así que no estoy cometiendo ninguna farsa.
-Joder, ¿pero está bien el coche?
-Oh, papá, no hace falta que te preocupes tanto por tu hija- ironizo, haciendo rodar los ojos.
-Es broma, cariño- me da un pellizco suave en la mejilla-, ¿estás bien?
-Sí, perfectamente.
Le entrego las llaves, queriendo despegarme de la responsabilidad.
-Pues me voy a comprar y así le adelanto trabajo a tu madre- decide, dándome un beso en la frente.
Finjo una sonrisa, escondiendo el terror que me invade. Apresurada, subo las escaleras de dos en dos, entro en mi habitación y cierro la puerta tras de mí. Me tumbo en mi cama, pero no tardo en dar un salto de ella.
-RILEY- mi padre grita enfadado.
Un escalofrío me recorre la columna vertebral. No sé si debo asumir la culpa o escaparme por la ventana. ¿Vosotros qué haríais?
YOU ARE READING
(Por determinar)
Teen FictionEstados Unidos es un país donde negocios como el tráfico de drogas, la venta de armas o la prostitución no alarman demasiado a sus habitantes y, además, se practican con frecuencia. Riley Hanks, una joven de diecisiete años, está en proceso de acaba...