Capítulo 7: El coche

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-Riley Hanks- escucho una voz masculina nada más entrar por la puerta de casa.

Me asusto, ya que a estas horas no debería haber nadie en casa. Trago saliva, esperándome lo peor.

-¿Sí, papá?

Pienso que me dirá "Ven aquí", pero es él quien se levanta del sofá y se dirige hacia mí. Se queda unos segundos callado, aniquilándome con la mirada.

-Qué sorpresa verte en casa tan temprano- rompo el hielo-, ¿cómo es que no estás trabajando?

-Que por qué no he ido al trabajo?- su tono suena más intimidante.

Ante él, me veo como una pequeña cierva que está a punto de ser cazada por un lobo.

-Qué has hecho con el puto coche- me dice.

-Necesitaba cogerlo hoy para ir al instituto.

-Y no me lo podías decir un día antes, ¿verdad?

-Es que ha sido un imprevisto.

-No he podido ir al trabajo porque el transporte público está inactivo hace días, y lo sabes.

-¿Y por qué no has ido con la bici?

-¿Eres tonta? Hay un buen cacho desde aquí hasta la oficina.

-Yo... lo siento- me disculpo.

-Bueno, está bien. No te preocupes- respira hondo y se aprieta la frente.

-Pero verás, he tenido un pequeño incidente- le explico, temblando de terror.

-¿Cómo? ¿A qué te refieres?

-Ehm...

Por unos momentos pienso en las consecuencias que podrían aplicarse sobre mí si le digo la verdad.

-Nada, que mientras conducía se me ha puesto el freno de mano y casi me chocan por detrás- le hago saber.

Realmente no le estoy mintiendo. Lo del freno ha ocurrido yendo de camino al instituto, así que no estoy cometiendo ninguna farsa.

-Joder, ¿pero está bien el coche?

-Oh, papá, no hace falta que te preocupes tanto por tu hija- ironizo, haciendo rodar los ojos.

-Es broma, cariño- me da un pellizco suave en la mejilla-, ¿estás bien?

-Sí, perfectamente.

Le entrego las llaves, queriendo despegarme de la responsabilidad.

-Pues me voy a comprar y así le adelanto trabajo a tu madre- decide, dándome un beso en la frente.

Finjo una sonrisa, escondiendo el terror que me invade. Apresurada, subo las escaleras de dos en dos, entro en mi habitación y cierro la puerta tras de mí. Me tumbo en mi cama, pero no tardo en dar un salto de ella.

-RILEY- mi padre grita enfadado.

Un escalofrío me recorre la columna vertebral. No sé si debo asumir la culpa o escaparme por la ventana. ¿Vosotros qué haríais?

(Por determinar)Where stories live. Discover now