— ¿No llamaremos a los demás para que vengan a desayunar? — pregunté.

— Cierto, hay que despertar a los demás.

— Yo iré. — Taehyung levantándose de la silla comentó.

— Tú tranquilo, Mérida irá por ellos. — Jisoo toda relajada con lo ojos puestos en la pantalla de su celular aclaró.

— ¡¿Qué?! ¿Por qué yo? Está bien que él vaya. — Taehyung volvió a sentarse en silencio mientras que yo interrogaba a mi amiga.

— Porque sí, porque yo lo digo, porque soy la mayor y porque mi primo lo permite, ¿Verdad primo? — los dos se miraron.

— Bueno, no tiene nada de malo que ella vaya, puede hacerlo claro. — Namjoon no dudó un segundo y me miró. — Adelante, ve. Su habitación está frente a la de ustedes.

— Ve, toca la puerta y si no abren, entras y le pegas con la almohada. — en la mirada de Jisoo había un poco de picardía con maldad y travesía.

A veces me asusta.

Miré a Namjoon suplicándole con la mirada que le llevara la contraria, pero no hizo más que decirme: — Hazlo, no te preocupes.

Me levanté de la silla y caminé despacio por el pasillo hasta llegar y detenerme frente a la puerta donde se encontraban Jungkook y Jimin.

¿Y si están haciendo algo más que dormir? Yo siempre he creído en el jikook.

Dudosa y con algo de nervios toqué la puerta tres veces.

— Chicos, es hora de desayunar. — nada. Solo silencio. — Los chicos y yo estamos esperando por ustedes dos. No podemos comer si no estamos todos juntos.

Nuevamente, nada. Volví a tocar esperando a que alguien respondiera, pero nada.

¿Estos chicos están muertos o durmiendo?

No me quedaba de otra más que entrar y despertarlos. Miré la manilla de la puerta, la tomé girándola y despacio abrí a medias la puerta. Asomé la cabeza por el espacio y miré alrededor de la recámara, en cuanto miré hacia la cama vi a Jungkook aún dormido sobre la cama, pero no vi a Jimin por ningún lado así que entré.

Caminé hasta la orilla de la cama y topé la espalda de Jungkook varias veces para que despertara, pero nada. Su cuerpo estaba abrigado por una de las sábanas, parecía estar desnudo de la cintura para arriba pues se podía apreciar parte de su espalda.

— Jungkook, despierta, es hora de desayunar. — susurré cerca. — Los chicos nos están esperando para desayunar. Despierta.

Moví un poco su cuerpo tratando de que despertara, pero el chico solo se quejaba estando dormido.

Rodé los ojos rendida, no había visto a Jimin, así que como Jungkook no despertaba decidí salir de la habitación e informarle a los demás la situación. Era seguro que tal vez me encontrara con Jimin en la sala, tal vez había salido al baño del otro pasillo.

Giré sobre mi propio eje para caminar hacia la puerta, pero algo hizo que me detuviera.

— Jimin.

El chico estaba parado frente a mí observándome en silencio, en su rostro había una sonrisa de labios cerrados, sus ojos parecían un poco hinchados y su cabello despeinado se veía de maravilla como todo de él.

— ¿Sucede algo?

Mis ojos casi se vuelven locos tratando de no mirar al rubio, pero era imposible evitarlo, estaba nerviosa, mi corazón como casi siempre que lo tengo cerca de mí, se aceleró, no sabía qué hacer.

Melodías del corazón || PJM Where stories live. Discover now