"Realmente necesitas arreglar tu cabello, parece que un muppet murió en tu cabeza" dijo Rachel mostrando sus dientes mientras sonreía.
"Lo sé, no necesitas decírmelo" me quejé sin negar el hecho de mi apariencia.
"¿Por qué no vuelves a tu color natural? Ni siquiera sé por qué querías ser rubio en primer lugar" dijo Rachel chasqueando la lengua .
"Sí, ahora sé que no me veo bien rubio" le dije dándole a mi hermana una mirada aguda. "Probablemente lo volveré a teñir pronto, solo tengo que comprar un poco de tinte" .
"Puedo comprar un poco después del trabajo. También intentaré ayudarte a arreglar ... lo que sea que sea eso" dijo rachel arrugando la nariz mientras agitaba sus manos goteando hacia mi cara. Alejándome de su agarre jabonoso, le di las gracias antes de regresar a mi habitación para tomar algunas de mis cosas. Metiendo mi teléfono en mi bolsillo trasero y mi billetera en el otro bajé las escaleras. Rachel se había trasladado a la cocina donde estaba tomando un cartón de jugo de naranja mientras se apoyaba en el mostrador. Tras despedirme de ella; me dirijo a la casa de Karen.
Lo que debería haber sido una caminata corta se convirtió en una caminata de media hora. Mis pies se sentían lentos y me encontré atravesando el parque en lugar de un atajo como lo haría normalmente. Mis pies sabían que la casa de Karen no era donde quería estar mientras yo tenía toda mi concentración en hacer los giros correctos para no dar vuelta en U y regresar a una casa familiar de colores brillantes adornada con flores.
En cambio me encontré donde se suponía que necesitaría estar; una casa gris de dos pisos con arbustos principalmente picados que recubren sus paredes lisas. Me aferré a la parte delantera de mi camiseta con la mano, dejando escapar un suspiro forzado antes de moverme para llamar a la puerta. Antes de que mi puño tocara con la madera, la puerta cedió frente a mí y un mechón de cabello castaño y perfume me envolvió.
"¡Lix!" Karen se echó a reír, sus brazos se engancharon alrededor de mi cuello cuando su cuerpo se estrelló contra mí, trague saliva cuando las suaves curvas de su cuerpo se presionaron contra mí y le devolví el abrazo con rigidez, mis manos le acariciaron la espalda dos veces. Karen pronto se apartó de mí con una amplia y brillante sonrisa en su rostro, su sonrisa se suavizó un poco cuando sus ojos se cerraron, luego presionó un casto beso contra mis labios cerrados; "Te extrañé".
"Me viste el viernes" le dije a lo que Karen resopló.
"Lo sé pero aún así te extrañé, idiota" dijo Karen tirando de mi mano. "¿Entonces no has comido? A pesar de que ya pasó la hora del almuerzo, hice algunos huevos con tocino y tostadas para ti. Ah y café, mucho café".
"No tenías que hacerlo, Karen" le dije, la chica frente a mí agitó su mano en el aire como si el pensamiento oliera a algo desagradable.
"Quería hacerlo" me aseguró karen, empujándome sobre los hombros cuando llegamos al comedor "Ahora siéntate y te traeré la comida" Dándome una sonrisa, karen desapareció detrás de los arcos blancos y volvió a aparecer con una bandeja llena de comida. Mi estómago se retumbó cuando el olor a huevos y tocino llegó a mi nariz.
"Gracias karen" dije suavemente, la chica asintió con una sonrisa en su rostro mientras se sentaba en la silla junto a la mía. Su pierna chocó contra la mía cuando tomé el tocino y los huevos y lo metí entre dos rebanadas de pan tostado. La comida era sosa en mi boca, los huevos un poco gomosos y el tocino con sabor a aceite. Ambos estaban semi-fríos, probablemente estuvieron en una sartén reposando mientras me dirigía a su casa. Las únicas cosas que estaban calientes eran las dos rebanadas de pan tostado y estaban ligeramente untadas con mantequilla; la única salvación para esta comida. Tragando rápidamente, mi estómago estaba feliz de estar lleno sin embargo me volví hacia Karen y le di una sonrisa forzada, la sensación hizo que mi cara picara incómoda "Está bien, es exactamente lo que necesitaba".
C A P Í T U L O | 19
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