Votos Matrimoniales III

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Había sido una noche simplemente maravillosa; aunque estar juntos siempre era maravilloso, su sola presencia les era suficiente para hacer de cualquier momento simple algo mágico y único.

Cómo era de esperarse, después del masaje, y como lo había planeado el moreno, vino el acto de amor más sensual. La pasión y el deseo mutuo eran algo que cada vez era más grande entre los dos, posiblemente los veinte años de separación eran los responsables del creciente apetito sexual que los envolvía.

Después de unos muchos besos, caricias y gemidos sobre la cama, y otros más en la ducha, cayeron rendidos en un profundo sueño. Pasaron abrazados lo poco que restaba de la madrugada, dándose calor.

[...]

-Buenos diaaaas señora madre -exclamó la joven fotógrafa atraves del teléfono. Se había enterado de la sorpresa de papá gracias su nueva hermana, Jimena, que la mantuvo informada de cada detalle.

-Hola mi corazón, buenos días. -le sonreía enormemente a su retoño ya que era una videollamada. -¿Cómo estás hija?

Lucía interrumpió justo el momento del desayuno, pero con toda la intención. Quería tener a ambos padres presentes, y no podía esperar más, demasiado martirio había sido no estar presente y no haberles llamado el día anterior.

-No tan bien como tú mamá. Ya me enteré de lo que hizo my daddy ayer. -le guiñó el ojo. -Cuéntamelo TODO.

-Chismosita la niña -intervino el pelinegro. Se colocó detrás de la silla donde se encontraba sentada Marcia y se inclinó para aparecer en pantalla.

-Óyeme no, no soy chismosa, soy curiosa. -dijo divertida haciendo reír a sus padres, a su tía y Jimena que la escuchaban en la distancia -oh! esperen, que alguien quiere entrar a la llamada. -recibió a su hermano en la llamada.

-¡Vivan los novios! -exclamó el hijo mayor en cuanto vio a sus padres.

-¡Vivaan! ¡Wuuw! -secundaron las tres mujeres, Lucia, Jimena e Inés.

-Que bien informados están todos, eh. -dijo riendo el moreno.

-Obvio -afirmó Lucía.

Marcia moría de risa con las ocurrencias de sus hijos y esposo.

-Pero ya cuéntenos todo. Mamá ¿a poco si aceptaste casarte por novena vez con nuestro señor padre? -bromeó el joven.

-Con don gruñón. -dijo la tierna princesa de papá.

-Oigan más respeto para su padre, que está aquí presente -pidió el moreno.

-Ya no molesten a su papá niños. -rio, moría de ternura viendo a sus hijos llevarse tan bien con su padre finalmente. -Y si acepte, pero no nos vamos a casar de nuevo, sino que vamos a renovar los votos matrimoniales.

-Bueno, pero es casi lo mismo ¿no? -mencionó restando importancia -Y ¿cómo te lo pidió ma'? ¿Qué te dijo? ¿Se arrodillo? Mejor dicho ¿Se pudo arrodillar para pedírtelo? -estaba claro que el deporte favorito de la joven con caireles rosas era molestar a su padre.

-Lucía... -divertida negó con la cabeza y volteó a mirar a su esposo que veía con expresión seria a su hija -pues organizó una cena aquí en la casa, en el jardín, junto a la alberca, todo muy bonito la verdad -el moreno la abrazó por la espalda y le dio un beso en la mejilla. -Me dijo algunas palabras románticas y después me dio el anillo. -resumió.

-Papá, quién se iba a imaginar que don piedra podía ser romántico.

-Ay Lucía, pues como no iba a serlo con una mujer como nuestra madre, que lo merece todo.

LM + | ONE SHOTOù les histoires vivent. Découvrez maintenant