Caput 1: Peccator

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Disclaimer: Recordar que esta es una historia +21, no busco dañar ni perjudicar la integridad o ética de nadie con lo que sea que escriba en este fic. Recuerden que TODO es fantasía destinada a la entretensión y gozo de historias más oscuras y tóxicas. Lean bajo su propia responsabilidad.
Atte. Javi.

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- ¡Más rápido... más rápido!

- Baja la voz  -murmuró el mayor colocando una de sus manos sobre la boca del menor, mientras aceleraba el ritmo, los dos no demoraron en llegar a un satisfactorio orgasmo-.

- ¿Puedes conseguir la prueba de calculo para mí?  -le dijo el pequeño rubio que se arreglaba el uniforme-.

- Veré qué puedo hacer  -Jimin le sonrió mientras cruzaba los brazos detrás del cuello de su superior-.

- Recuerda cómo te agradezco siempre que me consigues las pruebas  -lo miró y habló de manera coqueta, sabiendo cómo debía jugar sus cartas-.  Me tengo que ir, mi madre quiere que vayamos a darle la bienvenida al nuevo cura de la parroquia  -le pegó una pequeña lamida a los labios del moreno antes de separarse y poder tomar su mochila-.

- ¿Necesitas dinero para un taxi?  -Jimin sonrió y asintió-.

Jimin tenía más de un compañero de cama, eso era seguro, pero Dong Youngbae era uno de sus favoritos, no sólo le daba las pruebas ya resueltas para que él las memorizara, sino que también le pasaba dinero y hacía regalos. Además del buen sexo, tenía ventajas que Jimin amaba.

Despidiéndose con un beso salió del departamento del mayor con el saco puesto, adoraba cuando la mujer de este tenía sus viajes de trabajo y se llevaba a la mocosa que tenían con ella, era mucho más cómodo que lo jodieran en una cama que sobre un escritorio, aunque él igualmente amaba cuando su profesor lo tomaba en su oficina.

Park Jimin cursaba su último año de escuela, con 17 años era un chico que realmente no le interesaba la falsa moral de las personas y hacía lo que quería y le hiciera sentir bien, sin importaba lo que los demás dijeran u opinarán. Algo que extrañamente no ocurría mucho con sus andansas.

Sonrió mientras se alejaba caminando y prendía lo último que le quedaba de su porro, porque si bien era muy cierto el dicho de "Pueblo chico, infierno grande", en su pequeño pueblo de nacimiento, él era el puto diablo. Era un secreto a voces que él era fánatico de los malos pasos, pero si algo no quería que pasara era que su religiosa madre supiera todos los pecados que su pequeño hijo cometía a diario... Se moriría si supiera los que comete por hora. Por lo que aprendió que en ese pequeño pueblo de mierda todo el mundo tenía secretos, secretos que él utilizaba para mantener callados al que sea que se enterara de las cosas que hacía.

Cuando su porro lamentablemente se acabó, un chicle y perfume fue suficiente para engañar a su neurótica madre. Jimin la odiaba, odiaba en lo que se había convertido cuando su padre se fue, algo que empeoró años después cuando su hermano mayor, Jin, se había ido también de sus controladoras garras. Por lo que Jimin se quedó con la peor versión de la mujer.

Tenía 12 años cuando Jin se fue, apenas había terminado la escuela cuando ya tenía una pequeña maleta lista. Los 2 primeros años su madre era adicta al alcohol, alcohol que combinaba con las pastillas que su psiquiatra le dió. Hasta que se volvió una maldita religiosa extrema. Las botellas e imágenes de la familia que alguna vez tuvo fueron reemplazadas por crucifijos, imágenes y esculturas de jesus, santos y la virgen. Antes de la religión, si Jimin hacía algo mal su madre era la persona menos interesada en lo hecho, pero Jimin aprendió a odiar las malditas figuras de su casa, porque fueron el momento en el que todo cambió, si había un Dios, ¿por qué dejaba que una de sus seguidoras azotara a su hijo de 14 años? Jimin la odiaba y odiaba a su supuesto Dios, porque fue el culpable de que su vida fuera de mal en peor.

Hasta que aprendió a que si su madre pensaba que Dios era real, él seguiría las enseñanzas de Lucifer, pecaria tanto como su madre predicaba. Tenía 15 años la última vez que su madre lo azotó frente a la imagen de Cristo crucificado debido a un cigarro encontrado en su mochila, la última vez que su madre descubrió las cosas que hacía fuera de casa, tenía 16 cuando cometió su primer gran pecado, tuvo sexo fuera del matrimonio y con un hombre casado frente a los mismos ojos que veía que lo golpeaban sin contemplaciones.

Si nunca hizo nada cuando lo golpeaban, no haría nada mientras él rompía cada una de sus reglas sagradas.

- ¿Por qué te demoraste tanto?  -le preguntó la mujer devota apenas llegó a vieja capilla-.  Jimin, cariño... Te he dicho que no te vistas así para venir a la iglesia.

- Lo siento, mamá, pero sabes que los viernes tengo tutorías con el señor Dong, no me daba tiempo para ir a cambiarme  -cómo él había aprendido a ser un niño bueno, su madre sólo le llamaba la atención a sus pantalones ajustados y sus camisetas cortas cuando iba a la iglesia-.

- Es verdad... Lo siento tesoro, tu maestro es un excelente cristiano y es comprensible que no pudieras cambiarte.

- Claro que lo es madre, él sigue el camino del señor como nosotros.. ¿A qué hora llega el nuevo Padre?  -cambió el tema mientras miraba a las demás viejas hipócritas que esperaban por un hombre que las entusiasmaba más que sus propios maridos-.

- Lo fueron a buscar a la estación de buses, pronto estará acá  -sonrió entusiasmada la mujer, haciendo que casi rodara los ojos por la estupidez en la que estaba, en vez de estar teniendo sexo con su querido profesor-.  ¡Ahí vienen!

- Mamá, tranquila. Sólo es un hombre.

- No es sólo un hombre, Jimin  -lo corrigió con voz dura y baja-.  Es un pastos del señor, un hombre santo.

- Claro ma, mi error  -murmuró con los dirntes aprentados y una sonrisa 'inocente'. Casi gimió de frustración cuando una camioneta vieja se detuvo en frente donde estala la congregación de mujeres locas, mujeres que corrieron a recibir al nuevo cura-.

Apenas Jimin vio al hombre alto, de cabello negro y con una dulce sonrisa, supo inmediatamente que algo estaba mal. Porque esos ojos marrones no transmitían amor y devoción, sino que secretos, secretos oscuros que él quería descubrir.

Y se entretendrá tanto haciéndolo.

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Capítulo cortito para empezar, realmente espero que todo se haya entendido.
No duden en indicarme si encuentran algún tipo de error o si hay algo que no se entienda.

𝕻𝖊𝖈𝖈𝖆𝖙𝖚𝖒 𝕯𝖎𝖑𝖊𝖈𝖙𝖚𝖘 || 𝘒𝘰𝘰𝘬𝘮𝘪𝘯 +21Where stories live. Discover now