2. Pandemia

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Por ese entonces mi yo de 18 años se pasaba los días encerrada en la habitación. Mi gran entretenimiento eran los videojuegos, todo tipo de videojuegos. Sobre todo los de disparar y los de terror.
Mi vida social digamos que era prácticamente inexistente. Los únicos "amigos" que tenía eran todos de estos videojuegos, me gustaba jugar online con esta gente.
No puedo quejarme de mis padres, me dejaron la casa para mi sola nada más cumplí la mayoría de edad. Ellos se fueron a vivir a otro estado.
La verdad no es que me importara mucho, la relación que tenía con ellos era nula. Y me gustaba estar sola en la casa así que porque me iba a quejar.

La televisión no es algo que me entusiasmara, es más siempre tuve la sensación de que te comían la cabeza con temas que solo ellos querían que vieras.
Tampoco no solía leer las noticias e informarme sobre lo que estaba pasando en el mundo.
No me comunicaba con nadie, así que no había forma de enterarme de lo que ocurría allá fuera.
Por eso fue una sorpresa el escuchar aquella alarma.
Por megafonía anunciaban que quedaba prohibido salir al exterior. Debíamos permanecer todos en nuestras casas.
Eran las 21:30 de la noche. No me alarmó tanto, supuse que habría ocurrido algo y que habría algún delincuente suelto.

Creo que esa fue la última noche que dormí realmente tranquila y en paz.
Cuando digo noche no quiero decir noche, porque para ser sinceros yo me pasaba toda la noche jugando a estos videojuegos y dormía durante el día.

Cuando me desperté al día siguiente, me sentía muy hambrienta. Así que me fui a la cocina a prepararme algo para comer. La tranquilidad del momento la interrumpieron las voces y gritos del piso de abajo.
Unos gritos que me erizaron la piel. Sentí un poco de miedo, pero no quise alarmarme fueron solo 5 minutos de escándalo.
Termine de comer y al revisar la hora vi que eran las 19:30. El día de mañana es domingo y no podré ir a comprar. Así que me visto y salgo por la puerta de mi casa para ir al supermercado.

Un señor vestido de militar está en la puerta de mi edificio. Hago la intención de salir y este me impide el paso:
- Señorita está totalmente prohibida la salida al exterior. Debe permanecer en el interior de su vivienda y no tener contacto con nadie que no viva con usted.
- ¿Cómo? - alterada pregunto yo
- No ve usted las noticias, hay una pandemia. Hay un virus que está transformando a la gente señorita. Es muy peligroso, por favor diríjase a su domicilio. Y si piensa que va a tener contacto con alguien utilice una mascarilla quirúrgica.
- Pero no puede ser, yo necesito ir a comprar. No me queda comida ni papel. ¿Qué hago?
- Señorita, la situación viene siendo anunciada desde hace unas semanas, la gente ya había comprado los suministros necesarios por si esto llegaba a ocurrir.
- No puedo hacer nada por usted, le pido que vuelva a su domicilio. Intentaré hablar con mis superiores y pedir suministros, pero no le prometo nada. Recuerde quedarse en casa y no tener contacto con nadie del exterior. Todavía no sabemos cómo se contagia.

Cuando los zombis llegan Where stories live. Discover now