Capítulo 5: El Ikrán

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Ya era por la mañana del día siguiente. Como era costumbre de por las mañanas, ahora estaba haciendo mis tareas como primogénita del clan. Hoy no tenía que entrenar, ya que lo hacía un día si y otro no para no hacerme daño. Y como ayer ya había entrenado hoy no me tocaba hacerlo, por lo que me dediqué solamente a estudiar.

-AHHHHHHG, no consigo memorizar estoooooo.-dije con desesperación. Mi padre que se encontraba cerca de mí, me miró con extraño ya que no era normal en mi que me costara tanto estudiar.

Tonowari: - Deberías salir a despejarte un poco. La verdad no se que te ocurre pero desde la llegada de los Sully te encuentro un poco extraña.- dijo con una notoria preocupación.

- No se que me ocurre padre. No me puedo concentrar ni lo más mínimo, y me la paso pensando en ese chico,Neteyam .-

Tonowari: - ¿ No será que él te gusta?- dijo con una sonrisilla.

-¿ QUE?, No.- dije mirando hacia otro lado.- Eso es una tontería,¡ Si lo acabo de conocer! .- indiqué avergonzada.

Tonowari: - No se hija, la verdad yo nunca he entendido a las mujeres. Eso deberías de hablarlo con tu madre. - me aconsejó.

Ley'ha: - Pero si ya te he dicho que no me gusta.- dije poniendo los ojos en blanco.

Tonowari: - De todas formas deberías de hablar con ella, últimamente os veo muy distanciadas.- dijo preocupado.

Ley'ha: - De acuerdo, ya hablaré con ella más tarde. Ahora si me lo permites voy a salir para despejarme.- dije despidiéndome de él.

Una hora más tarde

Llevaba más de media hora caminando sobre la arena sin ningún rumbo en específico. La verdad me había alejado bastante del pueblo, pero aún así todavía podía ver a algunos navis a la distancia. Como no sabía que hacer para matar este aburrimiento, simplemente me dejé caer sobre la arena y me dediqué a mirar el cielo.
Pude observar como las nubes iban cambiando sus formas. Algunas tenían formas peculiares que me hacían recordar diferentes cosas y otras simplemente no tenían forma ninguna.
Me fijé en una en específico, era muy rara y daba la impresión de que cada vez se acercaba más. Hasta que me di cuenta de lo que era.

No lo podía creer, rápidamente me levanté y observé con admiración a aquella grandiosa criatura. Era un ikrán. Seguramente sería de alguno de los miembros de la familia Sully, pero no recordaba que ninguno de ellos tuviera uno tan bello. Tal vez fue por que en aquel momento solo me podía fijar en la llegada de ellos y no en sus ikranes.

Este tenía trazos de diferentes tonos de azul y verde, y pequeñas marcas rojas en sus alas. No podía parar de mirarlo y de analizar cada pequeño detalle de él, ya que jamás había visto uno de carne y hueso.

Como bien Neteyam dijo, si un ikran te elegía, este intentaría matarte así que intenté mantener las distancias con él.
Al ver que no tenía ninguna intención de atacarme, decidí acercarme y tocar con mucho cuidado su cabeza. Esto me provocó una gran sensación de adrenalina y felicidad, no me podía creer lo que estaba haciendo.

-Hola bonito. - dije con dulzura mientras le acariciaba.- ¿Que haces tú por aquí ?, ¿ Te has perdido?-.
Él solo se quedó quieto, y creo que disfrutaba de mis caricias porque me fijé que había empezado a mover la cola con alegría de un lado al otro.
No pude evitar reírme por su acción, y al ver que le gustaba seguí haciéndolo por un rato más.

-Oye, ¿tienes hambre?- le pregunté. Parece que si que me entendió, ya que de repente se activó y empezó a empujarme.- Jajjajaj, vale valeee, te conseguiré algo de comer.- le dije mientras reía y miraba hacia los lados en busca de algo para darle de comer. Por desgracia aquí solo habían palos y arena, nada comestible para un ikrán .
Espera, ¿ Había dicho palos? ¡Eso era justo lo que necesitaba! Solo necesitaba encontrar uno que fuera resistente, para poder afilarlo con alguna roca y así poder crear una lanza que me sirviera para para pescar. No sabía si a los ikranes les gustaban los peces, pero más valía eso que nada. Cuando conseguí encontrar el palo perfecto, me dirigí a una zona de rocas y procedí a afilar su punta.
Cuando ya acabé me fui a una zona con poca profundidad de agua, para así poder atrapar a los peces con mayor facilidad. Para mi sorpresa el ikrán también me siguió, así que acabamos los dos en el agua.

En otra Vida// NeteyamNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ